Guerra civil europea

El término se usa para destacar las repetidas confrontaciones ocurridas durante la primera mitad del siglo XX en Europa y la similitud de los contendientes en las mismas, lo que identificaría estos conflictos no con sucesivas guerras de carácter internacional sino con una única guerra civil entre distintas facciones políticas.

La cultura europea sería también relativamente homogénea, teniendo sus raíces la mayoría de las naciones en conflicto en dos fuentes principales: la raíz cristiana y la antigüedad clásica.

Sus sistemas legales respectivos, aunque separados, serían también muy similares, y habrían ido evolucionado acercándose aún más con el transcurso del tiempo.

De hecho, al final del conflicto, las élites de los diferentes países europeos habrían empezado a trabajar para crear un nuevo "Estado" centralizado, que habría crecido desde entonces dando lugar a la actual Unión Europea.

En ese sentido, las guerras civiles suelen resultar en la emergencia de una nueva y reforzada autoridad central.

Desde ahí, los cambios políticos ocurridos en Italia, Portugal u otros lugares de Europa se observarían en su contexto singular.

Cada una de las naciones europeas en conflicto tenía gobiernos individuales, cuerpos legislativos separados e imperios diferentes.

Europa, 1915. La Triple Entente vencedora en verde y las Potencias Centrales de la Triple Alianza en rojo.
Contendientes de la II Guerra Mundial desde 1939 hasta 1941.