Maurice Rouvier

Apoyó a la presidencia a Léon Gambetta en 1867, considera como el padre de la Tercera República y fundó el diario antiimperialista L'Egalité.

Su servicio público es recordado por sus políticas económicas y sus medidas impopulares tendientes a evitar un ruptura diplomática con Alemania.

Fue el primer ministro que presentó la ley de separación Iglesia y Estado, ya que su predecesor, Émile Combes, quien había sido un feroz impulsor de la misma, había renunciado por un escándalo político.

En cuanto a la política exterior, su ministro Théophile Delcassé había llegado a un acuerdo secreto con España con respecto a la cuestión marroquí, lo que Rouvier le reprochó y este renunció.

Sus políticas exteriores, como en cuanto a Marruecos, fueron vistas como un intento de congraciarse con Berlín.