Bechuanalandia quiere decir «país de los Bechuana» (escrito modernamente como batsuana o tsuana).
Originalmente, los jefes tsuana goberbaban el territorio, y la administración británica se limitaba a proteger las fronteras de Bechuanalandia contra otras empresas coloniales europeas.
El protectorado era administrado desde Mafikeng, convirtiendo a esta localidad en una especie de segunda capital en el África austral.
Los funcionarios británicos no arribaron a la región del lago Ngami (Ngamilandia) hasta 1894.
En 1887 Samuel Edwards obtuvo concesiones mineras en el área por parte de Cecil Rhodes, y en 1895 la Compañía Británica del África Austral intentó comprar el territorio, pero tres jefes tsuana viajaron a Londres para reclamar, y lograron evitar la adquisición.