La principal cadena montañosa alcanza elevaciones por debajo de 2000 m, aunque otras más pequeñas los superan.
[3] Las mesetas de materiales sedimentarios, caracterizadas por la presencia de cuestas, se encuentran en la cuenca amazónica oriental y occidental, en la cuenca del río Parnaíba y en la subcuenca del río Paraná.
En el centro y sudeste, se encuentran grandes áreas elevadas en los cinturones orogénicos, caracterizadas por cadenas montañosas.
Las depresiones están formadas por la intensa erosión de los escudos cristalinos, interpuestas entre las mesetas y las llanuras.
Con todo, la depresión de Amazonia occidental tiene una génesis diferente, a partir de procesos fluviales que acabaron por dar origen a un terreno llano y con pequeñas y bajas colinas.
Los terrenos expuestos más antiguos corresponden a los cratones formados por rocas metamórficas cuya edad se halla entre 2 y 4,5 mil millones de años.
Destacan, con características similares, el antiguo cratón São Francisco, que se extiende desde Minas Gerais al centro de Bahía, y el cratón Sul-riograndense, que aflora en la Región Sur de Brasil.
A lo largo del periodo precámbrico se desarrollan grandes orogénesis de los que surgen tres cadenas montañosas.
En esta región, surgen sierras estrechas y alargadas, a veces con la aparición de chapadas (relieves en cuesta que forman planicies terminadas en acantilados).
Está formado por una cadena de sierras originadas por plegamientos antiguos que han estado parcialmente preservados.
Por esta razón, en el relieve actual se pueden encontrar terrenos sedimentarios con cotas superiores a la de los escudos cristalinos.
También es importante la extracción de caolinita (agroquímicos y construcción), tantalita (el tantalio, para móviles, es parte del coltán), bauxita (aluminio), grafito, amianto, casiterita (estaño), magnesita, vermiculita (aislante), piedras ornamentales, talco, fosfatos y oro.
Poseen un buen potencial agrícola si se corrigen correctamente con caliza y fertilizantes químicos.
Actúan como sumidero de carbono, pero son esporádicos en Brasil, aunque hay por todas partes.
La zona central de Brasil está cubierta por sabanas, que forman el bioma del cerrado.
El cerrado arbóreo está formado por árboles bajos, espaciados y tortuosos, con raíces profundas para la captura de agua, incluso aunque no haya escasez.
A lo largo del litoral, la humedad procedente del océano permite la formación de la mata atlántica, un bosque denso, de árboles altos, desde Rio Grande do Norte a Rio Grande do Sul.
El acusado relieve sobre el que crece el bosque permite una gran diversidad de vegetación adaptada a la altitud.
En las zonas altas del sur, el bosque de araucarias domina el paisaje, coníferas adaptadas sl clima húmedo y fresco, dominada por diferentes tipos de araucaria, como el pino Paraná, que varían según la altitud.
Finalmente, aparecen grandes extensiones de vegetación herbácea, en especial en Río Grande del Sur, donde forman las pampas, una zona de pastos que cubren las colinas y las zonas costeras del extremo sur.
El babasú se encuentra en la zona de transición hacia el sertón, donde destacan la carnaúba, Schinopsis brasiliensis, la aroeira, el cactus Pilosocereus polygonus, el umbú y otros.
[13] El litoral de Brasil está bañado, exclusivamente, por el océano Atlántico, un tramo del litoral sudamericano en general poco recortado que va desde el cabo Orange, en el norte, hasta el arroyo Chuy, en el sur, una longitud de 7.491 km[14][15] —que aumenta hasta los 9.198 km si se consideran los salientes y entrantes costeros— que lo convierte en el 15.º litoral nacional más largo del mundo.
La mayoría de los 17 estados costeros tienen sus capitales situadas cerca de la costa, salvo Porto Alegre (Río Grande del Sur), Curitiba (Paraná), São Paulo (São Paulo), Teresina (Piauí), Belém (Pará) y Macapá (Amapá).
Porto Alegre, Belém y Macapá se encuentran emplazadas cerca de grandes ríos navegables, accesibles por ello desde el litoral.
Las playas brasileñas (2.095 en total[16]) son famosas en el mundo y reciben un gran número de turistas.
Sin embargo, actualmente el verdadero punto más al norte del país es el monte Caburaí, en el interior, en el estado de Roraima, mientras que el punto más al sur se encuentra en Santa Vitória do Palmar.
Amazonas (la más caudalosa del mundo), Paraná, Tocantins, São Francisco, Paranaíba, Paraguay y Uruguay; las demás son grupos de varios ríos, no teniendo uno como principal afluente, por eso son llamadas cuencas agrupadas.
El potencial hidrográfico es también utilizado para el riego artificial, la navegación turística, la pesca y extracción de arena.
Brasil es rico en minería, como diamantes, oro, hierro, magnesio, níquel, fósforo, plata, uranio.