El nombre magnesita había sido inventado por Jean-Claude Delamétherie en 1785, pero se incluían en esta denominación varios minerales de magnesio (carbonato, nitrato, sulfato y cloruro).
En cambio, cuando se trata de ejemplares perfectamente cristalizados, la magnesita se presenta incolora y transparente si es pura, y amarillo pardusca, amarillenta o translúcida si contiene impurezas de otros elementos como hierro, manganeso o calcio, que sustituyen en parte al magnesio en la composición del mineral.
Yacimientos importantes países productores son Brasil, Italia, Austria, Polonia, Rusia, Estados Unidos o China.
Las sales de magnesio, en cambio, son utilizadas principalmente en la industria farmacéutica, aunque también ocupan un papel importante en las industrias del caucho y en la papelera, así como en la fabricación de estucos y cementos especiales para la construcción.
Consistían en unos polvos blancos, efervescentes, que se tomaban diluidos con agua como purgante o para mitigar la acidez de estómago.