Un cratón o cratógeno (del griego κϱάτος kratos, «potencia, poder, fuerza, fortaleza») es una masa continental llegada a tal estado de rigidez en un lejano pasado geológico que, desde entonces, no ha sufrido fragmentaciones o deformaciones, al no haber sido afectada por los movimientos orogénicos.[2] Tienden a ser llanos, o presentan relieves bajos con formas redondeadas y de rocas frecuentemente arcaicas.En contraste, la plataforma de la base está cubierta por sedimentos horizontales y subhorizontales.Las zonas adjuntas pueden ser similares en estructura pero se pueden separar debido a diferentes historias geológicas.Los cratones serían en resumen, los protocontinentes a partir de los cuales se formaron los primeros continentes, por acreción en sus márgenes subductivos e intrusión magmática.