Hevea brasiliensis, llamado comúnmente árbol del caucho, jacio del Orinoco,[1] shiringa o seringueira (del portugués), es un árbol de la familia de las euforbiáceas de 20 a 30 m de altura (excepcionalmente 45 m).
Las flores son pequeñas y reunidas en amplias panículas.
Su látex es blanco o amarillento y abundante hasta los 25 años de edad del árbol.
Este árbol es originario de la cuenca hidrográfica del río Amazonas, donde existía en abundancia y con exclusividad, características que generaron el auge o fiebre del caucho, periodo de la historia sudamericana de mucha riqueza y pujanza para empresarios que se asentaron en la región amazónica y a la vez de desastre para la población indígena que sufrió exterminios y esclavitud, hasta que los ingleses se apoderaron del lucrativo negocio, al sacar el botánico Henry A. Wickham ilegalmente de Brasil semillas de este árbol, en 1876, para establecer plantaciones en Malasia, Birmania, Ceilán y África subsahariana.
La posesión de las áreas naturalmente ricas en Hevea existentes en la entonces zona del Acre provocó a inicios de siglo XX la Guerra del Acre entre Bolivia, Brasil, Colombia[2] e incluso Perú.