Felipe IV de España

[5]​ Sus padrinos fueron su primo Víctor, príncipe del Piamonte y su hermana la infanta Ana.

[7]​ Cuando se aproximaba el fin del reinado de Felipe III, las intrigas palaciegas se disputaban la confianza del futuro rey, el príncipe de Asturias que llegaría a ser Felipe IV.

Cuando el valido del rey es forzado a retirarse por sus múltiples casos de corrupción, su hijo el duque de Uceda es nombrado nuevo valido, mientras que Baltasar de Zúñiga se sitúa como hombre importante en la corte al ser nombrado ayo y tutor del futuro Felipe IV.

Durante su etapa como valido, el conde-duque realizó una serie de reformas para poder mantener la hegemonía en Europa.

Estos cambios se concretaron en cuatro aspectos: reformar la vida pública, fomentar la economía, mejorar la hacienda e impulsar la formación de un ejército común.

Uno de los aspectos que se aplicó con mayor trascendencia fue el aumento de la demografía española; para ello el conde-duque prohibió la emigración y favoreció la inmigración y las familias numerosas.

Los reinos periféricos pusieron resistencia a estos nuevos impuestos, muchas veces con motines.

La nobleza no aceptó un impuesto sobre las elevadas rentas del reino ni la tasa sobre productos de lujo, y bloqueó continuamente estas medidas.

La monarquía española de Felipe IV se vio envuelta en una recesión económica que afectó toda Europa, y que en España se notó más por la necesidad de mantener una costosa política exterior.

Todo con tal de generar nuevos recursos que pudiesen paliar la crisis económica.

Encontramos una época de conflictos en Europa en la que España se verá influida.

Comenzaron así operaciones de bloqueo y contra los intereses neerlandeses en los puertos europeos.

En tierra, la guerra se concretó en grandes asedios a ciudades, como en Breda, plaza tomada por Ambrosio de Spínola en 1625.

La rivalidad comercial entre ambos países en las Indias occidentales condujo en 1655 a la guerra anglo-española contra la Commonwealth inglesa durante el Protectorado de Oliver Cromwell.

Durante esta última etapa se producen las diferencias con Cataluña, Portugal y Andalucía.

Las tropas castellanas e italianas que habían entrado en Cataluña para combatir con los franceses en el Rosellón, causaron grandes desmanes en el medio rural, al actuar como un ejército de ocupación.

Pero las tropas castellanas sofocaron la revuelta y dado que no tuvo demasiada transcendencia, al duque de Híjar no se le condenó a la muerte, sino a permanecer recluido en sus feudos sin poder participar en las Cortes Aragonesas.

El regreso de las hostilidades con las Provincias Unidas repercutió sobre las colonias portuguesas en Asia y Brasil.

Se inicia entonces la conocida como Guerra de Restauración portuguesa obligando al conde-duque a combatir en muchos frentes.

Sólo quedaba Portugal, por lo que se hicieron esfuerzos colosales para su reconquista: se aumentaron los impuestos, la moneda fue devaluada y hubo una transferencia masiva de tropas veteranas de Flandes e Italia (los famosos Tercios Viejos), consideradas las mejores del mundo, a la frontera con Portugal.

La autonomía de cada territorio se reafirmó, dentro del llamado neoforalismo y desde el respeto a los fueros.

Su objetivo fue el de acabar con los conflictos interiores y alcanzar la paz en Europa.

Continuaron las sublevaciones de Cataluña y Portugal, a las que se sumó Aragón.

En Cataluña, la guerra se prolongó hasta que en 1652, tras 15 meses de asedio, Felipe IV logró tomar Barcelona.

Inglaterra y Francia pactaron en 1657 el reparto del Flandes español, así comenzaron unos fuertes ataques contra la Monarquía hispánica.

[23]​ Reunió para los palacios de la Corona (mediante encargos directos, compras y regalos) centenares de cuadros, la mayoría expuestos o guardados en la actualidad en el Museo del Prado y que se cuentan entre sus mayores tesoros.

[24]​[25]​ Entre los artistas de los que incorporó obras a la Colección Real figuran Rubens, el pintor más prestigioso de Europa en su época, del que reunió la mejor y más extensa colección que haya existido (aunque posteriormente sufrió graves pérdidas, en especial en el Incendio del Real Alcázar de Madrid en 1734), Mantegna, Durero, Rafael, Correggio, pintores venecianos como Tiziano, Veronese y Tintoretto, múltiples pintores barrocos españoles, flamencos, italianos y franceses (Ribera, Zurbarán, Van Dyck, Reni, Annibale Carracci, Barocci, Lanfranco, Domenichino, Poussin, Claudio de Lorena)... Ello, por no aludir a la protección que dispensó a Velázquez a lo largo de cuarenta años.

Baltasar de Zúñiga y Velasco , valido del rey de España. Autor desconocido. Expuesto en el castillo de Nelahozeves, República Checa.
Felipe IV (c. 1627-1628), cuadro de Gaspar de Crayer , expuesto en el Museo Metropolitano de Arte ( Nueva York ).
Felipe IV con enano , de Gaspar de Crayer (hacia 1630), conservado en el Palacio de Viana de Madrid .
Felipe IV de castaño y plata por Velázquez (National Gallery, Londres).
El retrato de Felipe IV, pintado por Velázquez permite admirar la sobriedad y elegancia del negro con el que viste el rey, una característica de la monarquía Habsburgo que se mantuvo los dos siglos que gobernaron.
Juan IV de Braganza , El rey músico.
Monumento a Felipe IV en la Plaza de Oriente , presidida por el Palacio Real.
Estatua de Felipe IV de España de la Plaza de Oriente de Madrid . La obra fue realizada por el escultor Pedro Tacca con la colaboración de Diego Velázquez y Juan Martínez Montañés , contando también con el asesoramiento científico de Galileo Galilei para asegurar su equilibrio y estabilidad.