Gaspar de Crayer

A pesar de su avanzada edad, recibió todavía numerosos encargos para retablos.

[1]​[2]​ Entre quienes le encargan trabajos en el extranjero se cuenta Jacob van Campen, quien solicitó su ayuda en la decoración del Palacio Huis ten Bosch, en La Haya, Países Bajos.

Otro patrón extranjero importante fue el gobernante católico alemán Maximiliano Willibald, duque de Wolfegg, para quien, entre 1658 y 1666, ejecutó varios retablos grandes para las iglesias del Palatinado.

A partir de 1619 sus composiciones se hicieron más equilibradas y armoniosas.

Un ejemplo de ello se encuentra en el Alejandro y Diógenes (Museo Wallraf-Richartz, Colonia, Alemania).

Esta influencia de Van Dyck será creciente en los años posteriores, especialmente en sus retratos.

En sus composiciones religiosas Crayer evoluciona hacia la utilización de colores más claros.

Felipe IV con enano ( Palacio de Viana , Madrid ).
La caridad romana , óleo sobre lienzo, 198 x 144 cm, ( Museo del Prado , Madrid).
La Piedad con los retratos de Henry van Dondelberghe y su esposa ( Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica , Bruselas ).
Lamentación sobre Cristo Muerto , óleo sobre lienzo, 208 x 266 cm, ( Museo de Historia del Arte de Viena ).
Estudio de la cabeza de un moro joven ( Museo de Bellas Artes de Gante ).