Juan Cossío

Ya que fue criado por un tal Don Francisco Cossío en Liébana, se le llamó Juan Cossío, aunque la historia también lo conoce como Fray Juan del Santísimo Sacramento o, sencillamente, Fray Juan del Sacramento.

Efectivamente, a la temprana edad de 15 años entró como religioso en la Orden de San Agustín, viviendo primero en Castilla para más tarde trasladarse al Reino de Nápoles, donde parece sobresalió como predicador y teólogo.

Fue confesor del Arzobispo de Brindisi, entre otros muchos cargos relacionados con su actividad religiosa.

Sobre él escribía Fray Enrique Flórez en su “Memorias de las Reynas Catholicas…” (Madrid, 1761): “Al verle por la calle, solían algunos pronunciar sin cautela: Allí va el hermano del Rey, (que era Carlos II) como oyó un Religioso, à quien traté.

El interesado se mantuvo bajo el velo en que el padre le dejó, sin blasonar jamás su nacimiento: pero los que le trataron, convenían en que todas sus acciones eran de sangre Real” .