Historia de los judíos en Argentina

Desde la Inquisición hasta el Holocausto la comunidad judía ha encontrado en las tierras argentinas un hogar donde poder asentarse y progresar.

Además aquellos católicos sospechosos de ser judaizantes eran perseguidos por la Inquisición, como se detalla en la historia del médico Francisco Maldonado da Silva, quemado vivo por dicho tribunal en Lima.

En una situación económica desesperada, apelaron al filántropo judío alemán Barón Maurice de Hirsch, quien fundó la Jewish Colonization Association.

Un año más tarde, en 1890, la Argentina lanzó su plan de inmigración, el cual consistió en pagar los pasajes, lo que trajo como consecuencia que desde 1891 hasta 1896 llegaran al país unos 20.121 judíos provenientes de Rusia y Rumania, instalándose en su gran mayoría en Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe.

Si bien muchos de esos inmigrantes se establecieron en las principales ciudades, muchos otros adquirieron tierras a través de la Jewish Colonization Association para establecer pequeñas colonias agrícolas (comunas) en el interior del país, especialmente en las provincias Santa Fe y Entre Ríos.

Pese a ciertas restricciones, Argentina fue el país latinoamericano que incorporó más refugiados judíos entre 1933 y 1948.

Allí se encontró con dos argentinos que le sugirieron comprar en Buenos Aires una casa en un barrio distinguido, destinada a ser legación y vivienda.

Las tratativas se habían realizado con la familia Mihanovich, que tenía su residencia en el número 910 de la calle Arroyo.

[27]​ La población judía en Argentina al año 2006 se calculaba en alrededor de 184 500 habitantes según algunas estimaciones, otras la cifraban por sobre los 250 000.

En 2009 la ley fue modificada para incluir las séptimas hijas mujeres, niños de religión judía y madres o padres solteros.

[33]​ Fue así que sectores sociales de clase alta, junto con el ejército y la policía,[34]​ iniciaron "La caza del ruso" ("ruso" en el argot argentino es un sinónimo habitualmente despectivo de "judío"), como se conoció el único pogromo de la historia en suelo americano,[16]​ pretextando una respuesta a una huelga general durante la semana trágica, culpando a los ciudadanos judíos y, consecuentemente, destruyéndoles importantes bienes.

[20]​ Wald relató las violaciones de sus derechos humanos a que fue sometido en el libro Koshmar (Pesadilla) publicado en 1929.

[18]​ Pese a las restricciones, Argentina fue el país latinoamericano que incorporó más refugiados judíos entre 1933 y 1945.

Fue torturada salvajemente, según sus captores, como venganza por la captura de Adolf Eichmann, quienes mientras la quemaban con cigarrillos le dejaron grabada una esvástica en el pecho.

La instrucción negaba tácitamente la visa a ciudadanos de origen judío, en tiempos en que la Alemania nazi ponía en marcha el Holocausto.

[45]​ La orden secreta también vio la luz cuando se presentó en el libro La auténtica Odessa del investigador argentino Uki Goñi, publicado en 2002.

[47]​ Algunos autores, como Marcia Ras,[50]​ han puesto en duda esta visión por la ausencia de la palabra «judío» en la circular.

[55]​ Entre las primeras grandes figuras del cine nacional argentino se encuentra el empresario Max Glucksmann (1875-1946), que desde los primeros años del siglo XX impulsó la naciente actividad cinematográfica (producción, venta, distribución y exhibición de documentales y cortos).

Estas temáticas fueron emprendidas por muchos directores y guionistas quienes se dedicaron a explayar estos temas y reflejar su visión en las siguientes películas: Documentales: Cabe destacar que la mayor cantidad de películas argentinas de temática judía se dio en los últimos quince años, lo cual lleva a suponer que sin películas como Los gauchos judíos o Sol de otoño y sin realizadores como Daniel Burman, el judaísmo no habría obtenido nunca un rol protagónico en el cine argentino.

Semejante explosión de judaísmo permitió que, en 2004, se realizara el film colectivo conmemorativo de los diez años del atentado a la AMIA, 18-J, con varios realizadores judíos y no judíos poniendo el foco en la sociedad judeoargentina contemporánea.

En el repertorio que se ofrecía desde el escenario predominaban melodramas populares y comedias musicales que expresaban en forma semi-realista los problemas del alter heim (del viejo hogar), con sus clásicos conflictos: matrimonios arreglados, novias desconsoladas, diferencias generacionales y desarraigos de todo tipo.

Dichas obras eran cálidamente reconocidas por los espectadores, que acompañaban con comentarios, aplausos y coros de las canciones.

Si bien hay pocos comediantes judíos en nuestra historia, ninguno de ellos evitó hacer humor con su identidad judía.

Este club tiene como misión Enriquecer la vida judía y alentar su continuidad en un marco religioso Masortí y comunitario, abierto a la diversidad, que permita a cada persona crecer espiritualmente, transitando el camino de los valores de su nuestro pueblo.

La literatura judía en Argentina se ocupó de integrar tanto la identidad histórica hebrea como la nacional.

Con la llegada de los sucesivos contingentes migratorios, en poco tiempo las actividades crecieron, se multiplicaron y diversificaron, abriendo las posibilidades para los judíos en el ámbito deportivo.

FACCMA es una organización que abarca 43 instituciones, tales como centros comunitarios, entidades socio deportivas y clubes.

El objetivo de FACCMA es apoyar a las Instituciones Afiliadas en toda la gestión que ellas realizan, para incentivar la vida judeo-argentina y comunitaria.

Pero todas las actividades que se desarrollan en la institución están impregnadas de un profundo contenido humanista resumido en el lema: ¨Educar para la vida¨.

Los judíos que llegaron a la Argentina además de su música, sus costumbres religiosas y otros aspectos culturales trajeron consigo su cocina.

Buenos Aires es la ciudad con mayor población de origen judío en el país.
Placa conmemorativa en Oberá por la inmigración judía en Misiones, en agradecimiento a la provincia por abrir sus puertas a la comunidad hebrea.
Jacobo Joselevich, líder comunitario de comienzos del siglo XX. Fue presidente de la Federación Sionista Argentina.
La primera embajada de Israel en Argentina.
Mapa que muestra la presencia judía por país, albergando los países de azul más oscuro las comunidades más numerosas. La comunidad judía es una de las más destacadas en el país sudamericano y en el mundo debido a su integración, participación y aporte cultural. Los judíos en Argentina conforman una de las comunidades hebreas más importantes en el mundo, tercera a nivel continental y quinta a nivel mundial.
Bandera de Israel en la Plaza de las Colectividades, en la ciudad de Trelew (provincia del Chubut).
Los árboles de tilo en la Plaza Embajada de Israel, Buenos Aires, Argentina. Plantados en memoria de cada una de las víctimas del atentado terrorista en la embajada de Israel ocurrido en 1992.
Mural de la AMIA que recuerda a las víctimas fatales del atentado terrorista ocurrido en 1994.
La Circular 11 de 1938, durante la presidencia de Roberto M. Ortiz de la Unión Cívica Radical Antipersonalista , estaba destinada específicamente a detener la entrada al país de judíos europeos que huían del régimen nazi .
Escuela judía en Moisés Ville (provincia de Santa Fe).
Interior de una sinagoga en Moisés Ville.
Paseo Estado de Israel en la ciudad de Mendoza .
McDonald's kosher en el Abasto de Buenos Aires .