Estuvo casado con la actriz Luisina Brando, madre de su hijo, Federico Jusid.
Se convirtió en director y guionista en 1968, siendo aclamado por varios filmes como Los gauchos judíos (1975), Asesinato en el Senado de la Nación (1984), Made in Argentina (1987), ¿Dónde estás amor de mi vida que no te puedo encontrar?
(1992), Bajo bandera (1997) y Un argentino en New York (1998).
Posteriormente dirigió varios éxitos como Esa maldita costilla (1999), una película de humor protagonizada, entre otras, por Susana Giménez; y Papá es un Ídolo (2000), protagonizada por el comediante Guillermo Francella y Sebastián Francini.
Su segundo film La fidelidad (1970) en un principio fue un fracaso pero con el paso del tiempo fue recuperado por los críticos y el público, convirtiéndose en una película de culto.