Su sede se encontraba en Buenos Aires, con sucursales en otras ciudades y países del mundo como: Sudáfrica, la India Río de Janeiro, Ciudad de México, Nueva York, Montreal, Varsovia, Moscú, Londres, Berlín y Shanghai.
Cansados de los pogromos y la miseria, los padres accedían a que sus hijas se fueran con los forasteros hacia un futuro mejor.
[8] Durante el mismo viaje a América, las chicas eran violadas, golpeadas y encerradas en jaulas en donde pasaban hambre.
Estas subastas tenían lugar en el café Parisien, de la avenida Alvear 3184.
[11] En esa época se formó el primer enclave prostibulario en la Ciudad de Buenos Aires, delimitado por las calles Lavalle, Viamonte, Libertad y Talcahuano.
(cifra que parece deliberadamente exagerada, ya que implicaría un cliente cada 10 minutos, si descontar el tiempo mínimo para asearse, hacer sus necesidades o al menos alimentarse)[8] Con el tiempo la organización se escindió: los rufianes de origen polaco se quedaron con la sociedad, mientras que los rusos y los rumanos se nuclearon en la Sociedad Israelita de Socorros Mutuos Aschkenasum, presidida por Simón Rubinstein, dueño de varios prostíbulos y sindicado como contrabandista de seda.
Los Zwi Migdal trataban de ser aceptados por la colectividad haciendo donaciones para las sinagogas y el financiamiento del culto.
[1] El conocido activista sionista Nahum Sorkin impidió que un proxeneta entrara a un teatro de la comunidad.
En este sentido, el rabino Reuben Hacohen Sinai afirmó en uno de sus sermones: "Prefiero yacer entre gentiles honorables que entre nuestros tmeim" [impuros]".
En el barrio de Pichincha —tal su nombre— los lupanares alternaban con bodegones, boliches, fondas y sitios similares.
[18] Ruchla —o Raquel, como era conocida en el burdel— era natural de Łódź (Polonia) y había llegado a la Argentina en 1918 con dos bebés.
Muchos de los rufianes lograron escapar a Rosario y otros al exterior.
Incluye, además, un muy completo anexo con fotos, documentos y recortes periodísticos de la época.
Fue dirigido por Mariano Olivieri y musicalizado por Pavlo Read con más de 40 artistas en escena, presentándose en ese año en el Auditorio Fundación Astengo[21].
En 1988 se estrena la pelicula "El camino del sur" de Juan Bautista Stagnaro.
Después de la boda tradicional, se embarcan rumbo a Buenos Aires.
Y en el carguero Jana conoce a otras chicas: resignadas, ellas ya saben lo que harán con ellas: emplearlas en un burdel.
En 2018 se estrenó el documental Impuros, de Florencia Mujica y Daniel Najenson, sobre la Zwi Migdal.