Ortiz sucedió en la presidencia al general Agustín P. Justo, de su mismo partido, en una elección fraudulenta.Ortiz se unió a la Unión Cívica Radical hacia finales de 1904 con escasos 19 años cuando recién comenzaba su carrera universitaria en medicina.Luego decidió estudiar Derecho ante la insistencia de sus correligionarios, graduándose como abogado a los 22 años en el año 1909.En el mismo año de 1909, Ortiz firma un manifiesto, junto a otros importantes hombres como Leopoldo Melo, donde se cuestionaba la estrategia abstencionista e intransigente de Yrigoyen con relación a la política nacional.Durante 1918 accedió a su primer cargo electivo como concejal en la Capital Federal donde supieron convivir radicales, socialistas, y comunistas.Esos años iniciales fueron centrales para la formación de un político “neto” llegando incluso a ocupar la presidencia del comité seccional en Recoleta, en 1919, un cargo eminentemente partidario del cual estuvo orgulloso durante toda su vida.Esta primera experiencia legislativa lo vinculó con algunos radicales que se oponían crecientemente a la política de Yrigoyen y fueron llamados “principistas” o “grupo azul” orientados a la anulación de la hegemonía que quería imprimir el Poder Ejecutivo.En 1924 el presidente Marcelo T. de Alvear lo designó administrador de Impuestos Internos, en momentos en que Ortiz también integraba el consejo directivo del diario La Acción, principal diario del radicalismo opositor a Yrigoyen.Durante esta gestión se consolidó su pertenencia al “grupo azul” o antipersonalista y se identificó políticamente con Vicente Gallo, Fernando Saguier, Arturo Goyeneche, José Tamborini y Leopoldo Melo.Se vio allí a un Ortiz “gallista” muy activo en el desplazamiento de los sectores personalistas, buscando incluso ocupar vacantes que el radicalismo personalista había dejado, y difundiendo artículos en La Nación en contra de Güemes.Si bien este gesto pretendía ser simbólico, lo cierto es que más adelante influiría mucho, puesto que Ortiz padecía de diabetes tipo 2 avanzada, y su plan de gobierno favorable a la democracia caería al asumir Castillo la presidencia tras su muerte.Dice durante su discurso: “Entiendo que la línea de conducta trazada por los hombres llamados a desempeñar un alto destino político debe ser una.La profesión de ideas, con anterioridad a los comicios, es franqueza debida al pueblo, para evitarle sorpresas o decepciones.Luego, desde la presidencia de la República,corresponde ser fiel a lo prometido desde la tribuna (...).Hubo intentos de juicio político contra el general Márquez que no prosperaron.Esta decisión también fue una estrategia política destinada a desactivar el avance de la investigación parlamentaria, envalentonada por los legisladores conservadores más duros.La delegación argentina fue presidida por José María Cantilo, ministro de relaciones exteriores.Artículo principal: Segunda Guerra Mundial El gobierno de Roberto Marcelino Ortiz comenzó en un periodo complejo en el panorama internacional, cuyos hechos repercutían en la vida económica y política interna del país.Además, fue el único episodio de la guerra desarrollado en América del Sur, en aguas territoriales uruguayas.Pese a ciertas restricciones, Argentina fue el país latinoamericano que incorporó más refugiados judíos entre 1933 y 1948.[8] Una de las medidas más controvertidas del mandato de Ortiz con relación al conflicto, fue la circular secreta antisemita firmada en 1938 por el canciller también radical José María Cantilo, que ordenó “a cónsules argentinos en Europa negar visados a 'indeseables o expulsados', en alusión a ciudadanos judíos de ese continente”.Después del ataque japonés a Pearl Harbor en diciembre de 1941, Estados Unidos ya es un protagonista principal en la guerra y presiona sin sutilezas a los países latinoamericanos para que se vuelquen de su lado.Argentina, sin embargo, mantiene una neutralidad que levanta sospechas de cercanía con las Potencias del Eje.Roosevelt necesita que Ortiz vuelva a la presidencia, puesto que este era más apoyado por los sectores Pro-Aliados, por lo contrario, el vicepresidente Castillo era más apoyado por los sectores Pronazis, y para ello necesita encontrar la forma de devolverle la vista al presidente.A pesar de haber llegado al poder en una elección fraudulenta, durante su corto gobierno Ortiz había avanzado, en distintas elecciones provinciales, en el combate de las prácticas delictivas con las que se sostenía en el poder la Concordancia, la coalición de radicales antipersonalistas y conservadores que él representaba.Su máximo gesto, en ese sentido, había sido la intervención en 1940 a la provincia de Buenos Aires que gobernaba el conservador Manuel Fresco.
Roberto Ortiz a poco de asumir como presidente.
El presidente Roberto Marcelino Ortiz y su esposa, Luisa Iribarne, se retiran de una velada de gala en el Teatro Colón de Buenos Aires, con motivo de una fiesta patria. Año 1939, fotografía de la Revista "Life".