Las traducciones oficiales al idioma español del Reglamento Internacional para Prevenir Abordajes definen buque como toda clase de embarcaciones, incluidas las embarcaciones sin desplazamiento y los hidroaviones, utilizadas o que puedan ser utilizadas como medio de transporte sobre el agua.
Estas primeras naves tenían una funcionalidad limitada: podían moverse sobre el agua, pero esto era todo.
[1][2] El historiador y geógrafo griego Agatárquidas había documentado la utilización de barcos en el Nilo por los primeros egipcios: Durante el próspero periodo del Imperio Antiguo, entre los siglos 30 y 25 aC, las fluviales del Nilo se mantuvieron en orden, y los barcos egipcios navegaban por el Mar Rojo hasta el país de la mirra.
[4] Los primeros navegantes empezaron a utilizar pieles de animales o tejidos como velas.
En Asia Oriental, durante la época de la dinastía Zhou se desarrollaron tecnologías como la del timón montado en la popa, y durante la dinastía Han una flota naval muy cuidada era un elemento fundamental de su fuerza militar.
En la China, las primeras versiones de la brújula magnética se utilizaron en la navegación entre 1040 y 1117.
[12] La brújula marina, que utilizaba una aguja giratoria en una caja seca, se inventó en Europa en 1300.
Esta ausencia de avance tecnológico no impidió que algunas civilizaciones acontecieran potencias marítimas.
En el XV la carabela, que podía navegar contra el viento, se convirtió en el barco más utilizado.
[18] En 1650, las Provincias Unidas (República neerlandesa) eran una potencia naval importante, al disponer de 16 000 barcos mercantes.
El comercio marítimo se vio impulsado por el desarrollo de empresas navieras con importantes recursos financieros.
El diseño de los barcos se mantuvo sin cambios importantes hasta finales del XIX.
Se empezaron a construir barcos para funciones completamente nuevas como la extinción de incendios, el rescate o la investigación.
Un buque de guerra tiene cuatro características principales: armamento, protección, velocidad y autonomía las que son entre sí antagónicas.
La velocidad tiene altísima importancia en los buques de guerra, al igual que lo sucedido con el armamento y las corazas, las naves del siglo XXI poseen turbinas a gas muy eficientes mediante las cuales las naves alcanzan velocidades de hasta 30 nudos, también como ya se mencionó existen naves con propulsión nuclear, especialmente submarinos y portaaviones.
Estas naves se han tenido que adaptar a viajes más largos y al transporte de mayores cargas.
Entre estas cargas especiales sobresale el petróleo por el gran volumen que se transporta a nivel mundial.
Como ejemplo de esta necesidad tenemos el caso del super petrolero “Seawise Giant”, también llamado “Happy Giant”, “Jahare Viking” y “Knock Nevis” que fue el buque más grande construido en el siglo XX.
En 1986, durante la guerra Irán-Irak fue atacado por la aviación iraquí y hundido mediante misiles exocet.
La nacionalidad depende del pabellón que enarbolen, además la nave debe tener un nombre debidamente registrado.