Se encuentra situado en el barrio del Bardo a las afueras de la ciudad, lugar residencial desde el siglo XIII de los sultanes hafsidas, y reconstruido más tarde como palacio del bey.
Su nombre proviene de la palabra española que significa prado o jardín.
[4] Fue construido por arquitectos tunecinos como Palacio residencial del bey de Túnez, y edificado en la segunda mitad del siglo XIX bajo el impulso de Muhammad II ibn al-Husayn y después por su sucesor Muhammad III ibn al Husayn.
También refleja la naturaleza ecléctica del arte de esta época, en la que el aporte local se mezcla con influencias andaluzas, asiáticas y europeas.
La apertura oficial del museo se realizó el 7 de mayo de 1888 y se llamó entonces Museo Alaoui,[2] el nombre del bey reinante en aquel momento, Ali Muddat ibn al-Husayn.
[2] Debido a su calidad arquitectónica, los dos palacios se clasificaron monumento histórico en septiembre de 1985.
Existen los apartamentos privados, donde dominan en ellos, una decoración mural, realizada con finas superficies de yeso ejecutadas con arabescos entrelazados que muestran meandros o grecas,[m 1][12][13] nudos y follaje de inspiración egipcia.
Esta pieza es a menudo citada como la primera manifestación de la religiosidad conocida hasta la fecha, por su edad estimada en 40 000 años.
Una sala en el primer piso está dedicada a una valiosa colección de joyas púnicas.
La primera sala representa, a diferencia del retrato griego, la escultura romana, que tiende a reproducir el modelo sin idealizar ni divinizar, es decir, en la estricta verdad y con gran realismo.
El emperador Vespasiano se muestra al final de su vida con una cabeza calva y una cara arrugada.
Su pelo se simplifica con mechas gruesas que caen sobre la frente, una boca y una característica curva cerrada de las cejas.
Gordiano presenta una cabeza tratada en un estilo realista, la cara expresa su profundo pesar y decepción.
[30] Esta sala alberga asimismo una gran estatua de terracota, muy restaurada, que representa un oficial romano con uniforme militar.
Del mismo metal hay una estatua que representa a Hércules borracho, desnudo y con forma maciza.
Su pelo se peina en la forma en boga durante la segunda mitad del siglo II.
[33] Se puede destacar una obra que representa al emperador Adriano heroicidado y desnudo, cubierto con una gran capa (originariamente en rojo) echada sobre el hombro como un signo de poder supremo.
Hay dos amorcillos, uno le trae un collar para su cuello, el otro una canasta a modo de joyero.
En los ángulos se encuentran bajo ornamentos de hojas cuatro figuras femeninas que simbolizan las estaciones del año.
Una de ellas toca una doble flauta, otra una lira y la tercera, sin instrumentos, se considera la sirena cantante.
[44] La decoración del mosaico El matrimonio de Dioniso y Ariadna se divide en tres registros.
El dios está completamente desnudo con un tirso y una crátera de oro, mientras que Ariadna se muestra detrás con un gran trozo de tela que le cubre las piernas.
En la parte central, un personaje barbudo sostiene en su mano una crátera que le tiende un sátiro.
Entre las pocas piezas se incluye un mosaico funerario, con una representación esquemática de una iglesia.
El edificio se compone de un gran arco soportado por tres columnas con acceso mediante una escalera a un ábside abovedado, una fachada con un frontón triangular que por encima tiene tres ventanas, una fila de columnas en el centro de la basílica, una nave central donde se encuentra el altar, con un techo a dos aguas cubierto con tejas semicilíndricas y una inscripción en dos líneas: «Ecclesia Mater» y «Valencia en paz».
Esta pieza, que data del siglo V, fue encontrada en Tabarka y es un testimonio del cambio fundamental del cristianismo íntimo, que se desarrollaba en lugares a menudo privados sin una arquitectura llamativa, como las futuras basílicas cristianas tras el edicto de Constantino I el Grande en el 312.
Abajo, una mujer llamada Victoria aparece rezando vestida de monja, flanqueada por aves y una vela.
[53] Este pavimento apareció en el mausoleo de una familia notable romana, los Blossi, y data del siglo V.
[29] Finalmente, el baptisterio Kelibia es una pieza que se trata de una pila bautismal ricamente adornada por mosaicos.
El desarrollo debía incluir la capacidad del museo para un millón de visitantes por año y superar así los 600 000 previos en la rehabilitación.