Estancia San Juan

No en vano tres años antes, en 1823, había sido establecido el Fuerte Independencia, germen de la actual ciudad de Tandil, aunque resulta obvio que una guarnición de Blandengues no garantizaba seguridad plena ni a las personas ni a los bienes en los tan dilatados espacios pampeanos.

Esta apresurada subdivisión (1827) de la propiedad pone en evidencia la clara finalidad especulativa que motivaba a los flamantes enfiteutas.

En efecto, en 1829 Aguirre transfiere su enfiteusis a Francisco de Alisal, quien fallece al año siguiente.

Hasta esta instancia la tierra en posesión era meramente utilizada como moneda de cambio.

Es probable que Girado adquiriese la posesión de estas tierras pues en ellas ya criaba hacienda vacuna con mucha anterioridad a que el gobierno nacional dispusiese de ellas.

Hacia 1790, Juan Gregorio, algunos de sus hijos e incluso su madre, dirigían una carta l Rey, junto con otros vecinos, reclamando los títulos de las tierras que ocupabana, tal como se les había prometido al fundar el fuerte..

Si bien la inmensa extensión de la enfiteusis original fue conocida como "El Principado" -quizás por exceder en superficie a muchos principados europeos-, pudo haber recibido desde un primer momento el nombre de San Juan.

Sin embargo parece haber sido Juan Elías Girado quien le asignara ese nombre.

Con parte del importe correspondiente a seiscientas diez cabezas de ganado que el Estado le adeuda, Girado adquiere en propiedad la Estancia San Juan.

Juan Elías Girado (f. 1854) y su esposa Eusebia Saldaña tuvieron varios hijos.

[9]​ El matrimonio Seguí-Girado se afincó efectivamente en la estancia y Lucio Seguí figura como votante en los padrones de la época en que se eligieron a las primeras autoridades municipales de Ayacucho.

En el caso particular de la estancia San Juan Hermenegildo Italiano (op.

A la muerte de Gregoria Girado, primero, y Lucio Seguí, ocho años más tarde, la estancia será fraccionada entre sus hijos, quienes establecerán nuevas estancias centradas en los antiguos puestos.

Estas sucesivas subdivisiones dieron paso a las diferentes estancias que conforman el cuartel V del Partido de Ayacucho.

Sin embargo estos no llegaron a habitar en sus estancias, excepto Ana, quien se casó con Guillermo Girado, su primo.

El matrimonio fue celebrado en la recientmente fundada población que es hoy la ciudad de Ayacucho.

Otra fracción fue adquirida en 1879 por los hermanos Julián y Fermín Manuel Ortiz, donde establecieron la estancia El Comercio.

El vasco José Gerónimo Iraola, ahora propietario de tierras que pertenecieran a la vieja estancia San Juan, contraerá matrimonio con Antonia Pereyra, de ascendencia gallega.

Estos matrimonios endogámicos no deben extrañar en los ámbitos rurales; ya hemos consignado un caso similar entre Ana y Guillermo Girado, y hay muchos otros casos en la familia Girado.

El resultado de esta endogamia es la retención concentrada del patrimonio familiar, en este caso la tierra.

Estos seis hijos Pereyra Iraola harán que de La Esperanza surjan nuevas estancias: El Rosario, La Caridad y La Oración.

Estancia San Juan.