El Palacio Pereda es una antigua mansión localizada en la Plaza Carlos Pellegrini, en la calle Arroyo 1130, en Buenos Aires.
Aparecía lo que se hacía llamar "La generación del 80", quienes habían impulsado el desarrollo económico y de organización nacional, esto produjo un gran crecimiento en la inmigración.
En las primeras décadas de 1900 se concluye que estas producciones arquitectónicas, impulsada por una sociedad con ganas de progresar, lograron que Buenos Aires tenga un espíritu parisino, capital del arte, imitada por muchas partes del mundo.
Pudieron recrear las tendencias francesas tal cual su origen, pero con técnicas y estéticas de la situación local.
Son predominantes los salones amplios en el palacio, que se encuentran en el primer piso y tienen los techos pintados por el artista catalán José María Sert, enriqueciendo los espacios.
La fachada posterior que se encuentra hacia el jardín, es similar a la fachada delantera parisina, creando un juego de entrantes y salientes, proporciones verticales, y una escalera inspirada en la escalera en herradura del Castillo de Fontainebleu.
[4] Los cielorrasos de los salones son obra del pintor catalán José María Sert.
La pintura del comedor representa el burlón episodio en el que Don Quijote es afeitado por las damas.
El notable conjunto urbano formado por el palacio y sus alrededores reflejan, como otros pocos lugares en Buenos Aires, la fuerte influencia ejercida por la arquitectura francesa en la Argentina, especialmente durante las primeras décadas del siglo XX.