Vicente Gallo

Para 1890 Gallo tomaba posesión de vastos latifundios del ingenio Los talos, y una década más tarde poseía 186.010 ha.

[2]​ Gallo poseedor de 17 ingenios rechazó el laudo, alejándose aún más del alvearismo.

[4]​ En 1890, se unió a la Unión Cívica durante las jornadas de la Revolución del Parque y al año siguiente ingresó a las filas de Leandro Alem, quienes fundaron la Unión Cívica Radical.

Cuando el radicalismo comenzó a reorganizarse en las provincias de Tucumán, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Entre Ríos en el año 1902, Gallo fue uno de los primeros dirigentes en adherir a la reorganización y fue designado secretario del Comité Nacional.

En la Capital Federal una fracción del radicalismo prestó apoyo a la posible fórmula presidencial Vicente Gallo-Arturo Goyeneche.

Muchos elementos opositores a Yrigoyen dentro del radicalismo creían que Alvear estaba sujeto al líder radical pero cuando el presidente demostró su independencia frente al expresidente, los sectores antipersonalistas reforzaron las esperanzas de concretar sus objetivos de reorganizar el partido bajo un nuevo liderazgo.

Finalmente, se anunció la creación de un nuevo partido, la Unión Cívica Radical Antipersonalista, cuyo Comité Nacional fue presidido por el doctor Martín M. Torino.

El binomio Melo-Gallo fue apoyado por la llamada Confederación de las Derechas, la alianza partidos conservadores que lideraba Julio Argentino Roca (h).

En 1931 Gallo se incorporó a la reorganización del radicalismo que lideraba Marcelo T. de Alvear.

El manifiesto fue firmado por figuras del antipersonalismo como el mismo Gallo, Arturo Goyeneche, Mario Guido, Enrique Mosca, Roberto M. Ortiz y José Tamborini, pero también fue firmado por dirigentes del personalismo como Adolfo Güemes, Honorio Pueyrredón, Roberto J. Parry y Pablo Torello.

La presidía Alvear, asistido por Güemes como vicepresidente, actuando Mosca, Julio Borda, Carlos Noel y Obdulio F. Siri como secretarios.

Posteriormente, con su liderazgo los antipersonalistas organizaron su propia Junta Reorganizadora en el Hotel Castelar, desde donde se prepararía la coalición que apoyaría la candidatura de Agustín P. Justo.

Gallo viajó hacia Montevideo para entrevistarse con Alvear y para proponerle un binomio presidencial que contara con el asentimiento de las autoridades gubernamentales.

Tanto Alvear como los doctores Torello, Pueyrredón, Tamborini y Ratto habían dado su asentimiento a las gestiones propuestas por Gallo.

El gobierno prometía brindar al radicalismo la libertad y garantías necesarias para realizar su propaganda electoral; una vez proclamada la nueva fórmula presidencial, podrían regresar los desterrados y serían liberados los presos políticos con la salvedad de que cualquier intervención en trabajos revolucionarios sería motivo para su confinamiento en Ushuaia.

Finalmente, con el radicalismo en abstención, la Concordancia logró la elección del general Agustín P. Justo en la presidencia.

Gallo seguía preocupado por la situación interna del radicalismo aunque desilusionado con Alvear, a quien creía demasiado influenciado por Yrigoyen y que nada podía esperarse de él.

En 1936 volvió a utilizar su prudencia y su capacidad negociadora, junto con el vicepresidente Julio Roca, para revertir la situación producida en la Cámara de Diputados, que paralizaba su labor.