Aunque la alquimia adopta muchas formas, en la cultura popular es citada con mayor frecuencia en historias, películas, espectáculos y juegos como el proceso usado para transformar plomo (u otros elementos) en oro.Tradicionalmente, cada uno de los siete cuerpos celestes del sistema solar que conocían los antiguos estaba asociado, ejercía el dominio sobre, y gobernaba un determinado metal.Estas herramientas eran fabricadas a menudo por ellos mismos y podían estar en buen estado, especialmente durante la Alta Edad Media.[cita requerida] Otros eminentes alquimistas del mundo occidental son Roger Bacon, Santo Tomás de Aquino, Tycho Brahe, Thomas Browne, Ramon Llull y Parmigianino.Tal es el caso, por ejemplo, del barón Carl Reichenbach, un conocido químico de la primera mitad del siglo XIX, que trabajó sobre conceptos parecidos a la antigua alquimia, tales como la fuerza ódica, pero su trabajo no entró en la corriente dominante de la discusión científica.La filosofía, los símbolos y los métodos alquímicos han gozado de un cierto renacimiento en contextos postmodernos tales como el movimiento Nueva era.Se ha sugerido que la palabra árabe al-kīmiyaˀ significaba en realidad, originariamente, «la ciencia egipcia», tomando prestada del copto la palabra kēme, «Egipto», así que alquimia era el «arte de Keme» (o su equivalente en el dialecto medieval bohaírico del copto, khēme).Aún está abierta la cuestión de si estas dos ramas comparten un origen común o hasta qué extremo se influyeron una a la otra.[cita requerida] No obstante, recientes expediciones arqueológicas han desenterrado evidencias de análisis químico durante los periodos Naqada.Sin embargo, en la visión hermética, estas dos metas no estaban desconectadas y la piedra filosofal era con frecuencia equiparada a la panacea universal.Este arte está restringido a ciertas operaciones, metales, drogas, compuestos y medicinas, la mayoría de los cuales tienen mercurio como ingrediente principal.Sin embargo, sí es seguro que la alquimia india, como toda su ciencia, se centra en lograr el mokṣa: la perfección, la inmortalidad, la liberación.La mayoría de sus obras originales se han perdido, pero sus enseñanzas tienen aún una fuerte influencia en la medicina tradicional india (Āyurveda).Según Aristóteles, todos los metales que son fusibles o maleables, como hierro, cobre u oro, se formaron de esta manera.Aun así, el pensamiento agustiniano tuvo fuerte arraigo en la sociedad medieval y se usó para mostrar la alquimia como contraria a Dios.Tras la caída del Imperio romano, el foco de desarrollo alquímico se trasladó al mundo islámico.El pensamiento platónico y aristotélico, que ya había sido en cierta medida incluido en la ciencia hermética, continuó siendo asimilado.El autor más influyente en este aspecto posiblemente fuera Abu Musa Jabir ibn Hayyan (en árabe جابر إبن حيان, en latín Geberus, normalmente escrito en castellano como Geber).Más tarde, hombres como Adelardo de Bath, quien vivió en el siglo XII, trajeron enseñanzas adicionales.Su principal influencia en la alquimia fue su creencia en que los universales platónicos no tenían una existencia separada fuera de la consciencia del hombre.[22] Esto contradecía la comúnmente aceptada creencia platónica en que los universales se encontraban solo mediante iluminación divina.Esto se debía simplemente a que poca gente fuera de las escuelas parroquiales tenía la educación necesaria para examinar las obras derivadas del árabe.Además, la alquimia en esta época era autorizada por la iglesia como un buen método de explorar y desarrollar la teología.[25] Así que hacia finales del siglo XIII, la alquimia se había desarrollado hasta un sistema de creencias bastante estructurado.Uno de estos hombres que surgió a principios del siglo XVI se llamaba Heinrich Cornelius Agrippa.Poco después de descubrir este método, se cree que Sendivogius enseñó su técnica a Cornelius Drebbel, quien en 1621 le daría aplicación práctica en un submarino.En 1781, James Price afirmó haber producido un polvo que podía transmutar el mercurio en plata u oro.[cita requerida] En 1919 Ernest Rutherford usó la desintegración artificial para convertir nitrógeno en oxígeno, aunque usando métodos de bombardeo nuclear.Sin embargo, ninguna de estas afirmaciones ha sido reproducida por otros científicos y la idea está en la actualidad ampliamente desacreditada.Como tercera parte de dicha obra se incluirá editado y comentado por Marie-Louise von Franz el Aurora consurgens.
Ilustración del Neijing Tu, diagrama taoísta del «paisaje interior» del cuerpo humano mostrando el Neidan o la «alquimia interna», el
Wu Xing
, el
Yin y yang
y la
mitología china
.