El término atanor (en árabe: التنور, at-tannūr) es un arabismo que en idioma español significa cañería de agua, especialmente construida de tubos de barro cocido, cada uno de los cuales es un atanor.
[2] En alquimia, un horno de atanor (también llamado Piger Henricus y Horno Filosofal)[3] es un horno usado para transmitir calor a la digestión alquímica, diseñado para mantener una temperatura uniforme.
Es un horno, pero se le conoce por atanor, ya que no es el horno ordinario, ni siquiera un artilugio.
[4] El horno alquímico, según la descripción que de él hace el alquimista Geber, ha de ser "cuadrado, de cuatro pies de longitud (1,23 mt), tres de anchura (0.91 mt), y un grosor de medio pie en las paredes" (0.15 mt), aunque en general se trataba de un instrumento personalizado que cada alquimista se construía a su medida.
Los materiales a calcinar deben ser colocados dentro del horno en cazuelas de arcilla lo más resistentes posible, "como la arcilla que se emplea para la formación de crisoles, a fin de que puedan resistir la fuerza del fuego, incluso hasta la combustión total de la cosa a calcinar".