Agua regia

El agua regia (del latín aqua regia, 'agua regia') es una disolución altamente corrosiva y fumante, de color amarillo, formada por la mezcla de ácido nítrico concentrado y ácido clorhídrico concentrado, en una proporción de una a tres partes en volumen.

El agua regia no es muy estable, por lo que debe ser preparada justo antes de ser utilizada.

Aunque el agua regia disuelve dichos metales, ninguno de sus ácidos constituyentes puede hacerlo por sí solo.

El agua regia es un disolvente poderoso debido al efecto combinado de los iones H+, NO3-, y Cl- en disolución (la oxidación se favorece por la capacidad complejante del ion Cl-[2]​).

Los tres iones reaccionan con los átomos del oro, por ejemplo, para formar agua, dióxido de nitrógeno y el ion complejo estable tetracloroaurato (III) (AuCl4-), que permanece en disolución.

[2]​ El ácido clorhídrico fue descubierto alrededor del año 800 por el alquimista persa Jabir ibn Hayyan (Geber), por la mezcla de la sal común con vitriolo (ácido sulfúrico).

Agua regia utilizada para limpiar probetas.
El alquimista Jabir Ibn Hayyan.