Si bien las listas de metales nobles pueden diferir, tienden a agruparse en torno a los seis metales del grupo del platino (rutenio, rodio, paladio, osmio, iridio, platino) más el oro.
Una serie galvánica es una jerarquía de metales (u otros materiales eléctricamente conductores, incluidos compuestos y semimetal) que va de noble a activo, y permite predecir cómo interactuarán los materiales en el entorno utilizado para generar la serie.
Los metales seminobles (ejemplos: cobre, son aquellos que expuestos a atmósferas corrosivas sufren leves ataques químicos.
Tienden a hundirse en el núcleo de la Tierra porque se disuelven fácilmente en el hierro, ya sea como soluciones sólidas o en estado fundido.
El cobre se disuelve con ácido nítrico y cianuro de potasio acuoso.
El rutenio se puede disolver en aqua regia, una mezcla altamente concentrada de ácido clorhídrico y ácido nítrico, solo cuando está en presencia de oxígeno, mientras que el rodio debe estar en una forma finamente pulverizada.
[8] En física, la expresión "metal noble" a veces se limita al cobre, la plata y el oro,[9] ya que sus subcapas d completas contribuyen al carácter noble que tienen.
Por lo tanto, los metales con altos potenciales negativos, como el sodio o el potasio, se encenderán en el aire y formarán los óxidos respectivos.
[16] El arsénico y el antimonio por lo general son considerados metaloides en vez de metales nobles.
Tal proceso solo ocurrirá cuando: Los elementos superpesados del hasio (elemento 108) al livermorio (116) inclusive se espera que sean "metales parcialmente muy nobles"; Las investigaciones químicas del hasio han establecido que se comporta como su congénere más ligero, el osmio, y las investigaciones preliminares del nihonio y el flerovio han sugerido, pero no establecido definitivamente, un comportamiento noble.