Mendeleev reservó un espacio en su tabla periódica para un hipotético elemento que llamó eka - manganeso.
La forma metálica del tecnecio se desluce rápidamente en presencia de aire húmedo.
[15] El tecnecio es generado en los procesos de fisión nuclear, y se propaga más fácilmente que otros muchos radionúclidos.
Es importante la comprensión de su toxicidad en animales y humanos, pero las pruebas experimentales son escasas.
La máxima radiación que presenta este isótopo es de rayos gamma con la misma longitud de onda que los rayos X empleados para el diagnóstico común, ofreciendo la penetración adecuada y causando daños mínimos.
[18] El libro Technetium, de Klaus Schwochau, enumera 31 radiofármacos basados en el 99mTc usados en estudios funcionales del cerebro, el miocardio, la glándula tiroidea, los pulmones, el hígado, la vesícula biliar, los riñones, el esqueleto, la sangre y los tumores.
Esta técnica es particularmente útil para detectar tumores difíciles de localizar, como los que afectan al intestino.
Estos anticuerpos modificados son comercializados por la empresa alemana Hoechst bajo el nombre de Scintium.
[21] La exposición a la radiación debido al tratamiento diagnóstico con 99mTc puede mantenerse dentro de niveles bajos.
En la forma en la que se administra, generalmente como pertecnetato, ambos isótopos son eliminados rápidamente del organismo en unos pocos días.
Para algunas reacciones, por ejemplo la deshidrogenación del alcohol isopropílico, supone un catalizador mucho más efectivo que el renio o el paladio.
[14] Bajo ciertas circunstancias, una pequeña concentración (5 × 10-5 mol L-1) del anión pertecnetato en agua puede proteger hierros y aceros al carbono de la corrosión.
Aunque (por ejemplo) el anión CrO42- puede también inhibir la corrosión, se requieren concentraciones hasta diez veces mayores.
En un experimento, una muestra se mantuvo en una disolución acuosa de pertecnetato durante 20 años y no sufrió corrosión alguna.
El mecanismo mediante el cual el anión pertecnetato previene la corrosión no se conoce muy bien, pero parece implicar la formación de una delgada capa superficial.
Una teoría mantiene que el pertecnetato reacciona con la superficie del acero formando una capa de dióxido de tecnecio que previene una posterior corrosión; el mismo efecto explica como el hierro en polvo puede utilizarse para eliminar el pertecnetato del agua (el carbón activado también puede usarse para ese fin).
Evidentemente, la naturaleza radiactiva del tecnecio (3 MBq por litro para la concentración requerida) hace este tipo de protección impracticable en casi todas las situaciones.
Sin embargo, la protección ante la corrosión usando aniones pertecnetato se ha sugerido (aunque nunca aplicado) para su uso en reactores de agua en ebullición.
Muchos investigadores de la época estaban ansiosos por ser los primeros en descubrir y poner nombre al elemento 43; su localización en la tabla sugería que debía ser más fácil de descubrir que otros elementos aún no hallados.
Ese error fue cometido de nuevo en 1847 cuando se aseguró haber descubierto el llamado pelopio.
[22] Dimitri Mendeleev predijo que ese elemento 43 debía ser químicamente similar al manganeso, y lo llamó eka-manganeso.
Más tarde, en 1908 el químico japonés Masataka Ogawa encontró una evidencia en una muestra de un mineral llamado torianita que parecía indicar la presencia del elemento 43.
[31] Estos valores fueron usados por Armstrong para simular el espectro de rayos X original.
[35] El descubrimiento del elemento 43 fue finalmente confirmado en un experimento en 1937 llevado a cabo en la Universidad de Palermo (Sicilia), por Carlo Perrier y Emilio Segrè.
[37] Puesto que el tecnecio es inestable, solo existen pequeñísimas trazas en la corteza terrestre originadas por la fisión espontánea del uranio.
Su capacidad para reducir el tecnecio puede determinar en gran medida la localización de los residuos industriales.
Las actuales opciones en el almacenamiento de residuos nucleares se decantan por el enterramiento en roca geológicamente estable.
En comparación, el plutonio, el uranio y el cesio tienen mucha mayor capacidad para unirse a partículas del suelo.
La producción real del 99Tc a partir de combustible nuclear gastado es un proceso largo.
[54] El tecnecio y el prometio son elementos ligeros poco convencionales, ya que no poseen isótopos estables.