Es un elemento esencial para la vida y su deficiencia puede dar lugar a trastornos, pero no se conoce con precisión la función biológica.
A partir de 2024, también se han sintetizado al menos 32 radioisótopos, con masas atómicas que van desde 64 hasta 95.
Este olor se puede detectar al golpear minerales de arsénico como la arsenopirita con un martillo.
(El pentacloruro es estable solo por debajo de −50 °C, temperatura a la que se descompone en tricloruro, liberando gas cloro).
[10] El arsénico (del griego άρσενιχόν, oropimente) se conoce desde tiempos remotos, lo mismo que algunos de sus compuestos, especialmente los sulfuros.
En el siglo XVIII los arsenicales consiguieron un puesto de primer orden en la terapéutica hasta que fueron sustituidos por las sulfamidas y los antibióticos.
El arsénico se encuentra en bajas concentraciones de hasta 10 ppm prácticamente en todas partes del suelo terrestre.
Estos arsénicos orgánicos, a su vez, fueron eliminados gradualmente en los Estados Unidos en 2013 en todas las actividades agrícolas, excepto en el cultivo de algodón.
UU. hasta 2015 para aumentar la ganancia de peso, mejorar la eficiencia alimentaria y prevenir enfermedades.
[28] Durante los siglos XVII, XVIII y XIX, se utilizaron varios compuestos de arsénico como medicamentos, entre ellos la arsfenamina (por Paul Ehrlich) y el trióxido de arsénico (por Thomas Fowler), para tratar enfermedades como el cáncer o la psoriasis.
[29] La arsfenamina, así como el neosalvarsan, se indicaban para la sífilis, pero han sido reemplazados por los antibióticos modernos.
[35] El "cobre arsenical desoxidado con fósforo" con un contenido de arsénico del 0,3 % tiene una mayor estabilidad a la corrosión en ciertos entornos.
Si bien el arsénico se asocia con la muerte, es un elemento esencial para la vida y su deficiencia puede dar lugar a diversas complicaciones.
Los animales marinos como los mejillones o los camarones contienen niveles especialmente altos de arsénico, estos últimos hasta 175 ppm.
Probablemente actúa como inhibidor uniéndose a los grupos tiol libres de las enzimas, impidiendo así su efecto.
Por este motivo, anteriormente se añadía a la alimentación de aves y cerdos para permitir un engorde más rápido.
En el siglo XVII, algunos de sus habitantes consumían hasta 250 miligramos de arsénico dos veces por semana durante toda su vida: los hombres, porque les ayudaba en el trabajo a gran altura, y las mujeres, porque supuestamente contribuía a tener un cutis fuerte.
Hoy en día se supone que es fisiológicamente posible acostumbrarse lentamente al veneno con dosis cada vez mayores.
Estudios epidemiológicos y mecanísticos han evidenciado su toxicidad en diferentes tipos de células, tejidos u órganos diana.
Sólo la exposición a las formas inorgánicas del As se ha asociado a una mayor incidencia de diferentes tipos de cáncer y otros trastornos no cancerosos como la diabetes tipo 2, ciertas enfermedades cardiovasculares o un retraso en el desarrollo neuroconductual en poblaciones expuestas.
De hecho, el As inorgánico se considera un carcinógeno humano (tipo 1A) y un potente disruptor endocrino.
También se ha demostrado una alta toxicidad para sus análogos trivalentes (ácido monometilarsonioso, [MMA(III)]; ácido dimetilarsonioso, [DMA(III)]), siendo estas especies cuya presencia en el agua y los alimentos rara vez se ha documentado, aunque son resultado del metabolismo del As inorgánico.
Las formas orgánicas se encuentran en productos principalmente de origen marino, donde pueden estar presentes en altas concentraciones.
Se ha atribuido al arsénico enfermedades de prevalencia carcinogénica a la piel, pulmón y vejiga.
El tratamiento de agua potable convencional está orientado a eliminar color, turbiedad y microorganismos.
Pero cuando se desea eliminar elementos químicos del agua, como el arsénico es necesario, en ocasiones, recurrir a métodos más complejos.
Cuando es inmóvil no se puede movilizar fácilmente, pero debido a las actividades humanas (minería y fundición de metales) este arsénico inmóvil se moviliza, ello hace que pueda ser encontrado en lugares donde no existe de forma natural.
Los efectos tóxicos varían dependiendo de varios factores como la genética, la dieta, el metabolismo, a la nutrición entre otras cosas.
En el cabello o uñas se pueden medir entre los seis a doce meses de la exposición.
El arsénico puede estar presente en los alimentos por varias causas, estas se muestran en la Tabla II.