Fusión fría

La fractofusión consiste en la fusión nuclear de deuterio o tritio atrapado en la estructura de un material, gracias a las elevadas presiones locales y los campos eléctricos que pueden producirse durante la fractura mecánica del mismo.

Generalmente, el nombre «fusión fría» se asocia a las explicaciones propuestas para una serie de resultados experimentales obtenidos a finales de los años ochenta en celdas electrolíticas, inicialmente informados por los electroquímicos Martin Fleischmann y Stanley Pons.

Las conclusiones de una segunda revisión realizada por el DOE, realizada en el 2004 que analizó los resultados de nuevas investigaciones, llegó a resultados negativos similares a las conclusiones del primer comité.

El anuncio fue considerado sorprendente al tenerse en cuenta el sencillo equipamiento necesario para producir tal reacción: un par de electrodos conectados a una batería y sumergidos en un recipiente de agua pesada rica en deuterio.

El anuncio fue reflejado a nivel internacional constituyendo portadas en la mayoría de los periódicos.

[19]​ El nuevo comité formado el año 2004 llegó a las mismas conclusiones que el anterior.

[20]​[21]​ Al día de hoy no se ha probado que la fusión fría sea un proceso físicamente posible.

ENEA ha seguido financiando durante años más investigación alrededor de estos experimentos sin obtener hasta el momento resultados convincentes.

Estos esfuerzos son realizados por una parte minoritaria aunque significativa de dicha comunidad.

El fenómeno ha sido intensamente estudiado por la comunidad y se siguen encontrando publicaciones al respecto.

[23]​ En el año 2002, el profesor Rusi Taleyarkhan junto a otros miembros del Oak Ridge National Laboratory publicaron en la revista Science un artículo llamado «Evidence for nuclear emissions during acoustic cavitation», afirmando que observan emisiones de neutrones de alta energía en este tipo de experimentos.

[cita requerida] Ciertamente, la comunidad científica ―escarmentada después de tantos años― se encuentra poco receptiva para nuevos avances a este respecto.

Esther Kepplinger, diputada comisionada de patentes en 2004, dijo que esto se hizo utilizando los argumentos que se emplearon con las máquinas de movimiento perpetuo: no funcionan.

Diagrama de un calorímetro del tipo abierto utilizado en el New Hydrogen Energy Institute (en Japón).