En el sentido hermético, es un actor primordial incognoscible, puede ser visto como una entidad o agente.
Las creencias populares sostenían que esta planta crecía donde caía al suelo el semen que los ahorcados emitían durante las últimas convulsiones antes de la muerte (o putrefacción en alquimia), además, sus raíces tiene una forma vagamente parecida hasta cierto punto a un ser humano.
[cita requerida] El término homúnculo fue posteriormente usado en la discusión de la concepción y el nacimiento.
La escasa resolución de aquellos primeros microscopios hizo parecer que la cabeza del espermatozoide era un hombre completo en miniatura.
Esto llevó a una reducción al absurdo, con una cadena de homúnculos «siempre hacia abajo».
El término homúnculo se usa también comúnmente para describir una figura humana distorsionada dibujada para reflejar el espacio sensorial relativo que nuestras partes corporales representan en la corteza cerebral.
Wilder Penfield usaba una imagen parecida para representar el cuerpo según la superficie del córtex motor que las controlaba en movimiento voluntario.
La diferencia se debe a las variaciones en la organización funcional de las áreas del cerebro relacionadas.
Aunque no todas las teorías que recurren a homúnculos merecen ser rechazadas, generalmente los razonamientos del homúnculo suelen ser falaces, sobre todo si se les atribuye a los hombrecillos la realización de tareas complejas.
De nuevo, esto no puede ser una explicación completa porque todo lo que propone es situar al homúnculo en el cerebro, tras el córtex.
Sin embargo, estas propuestas se han hecho, como en las teorías del «hombre de paja» sobre la mente.
El razonamiento del homúnculo afirma que si se necesita un hombrecillo para completar una teoría entonces esta es errónea.
Por tanto con estas suposiciones el razonamiento del homúnculo no apoya la teoría de que la mente se deba completamente a los actos inteligentes.