El concepto puede referirse a la totalidad de los derechos,[6] prerrogativas[7] y privilegios (droit de régale,[8] "landesherrliche Hoheitsrechte, iura majestatis seu regiminis, iura regalia sive regalia, Gewalten, pouvoirs, regalías"[9] en distintas formulaciones o idiomas —francés, alemán, latín, español—) que disfruta en exclusiva el soberano, se denomine como rey, emperador, o con cualquier otro título de soberanía; y que se identificaron con los elementos definidores del poder soberano del Estado.
Un ejemplo evidente es la acuñación de moneda, particularmente cuando se hace con la propia efigie (incluso los primeros monarcas visigodos lo siguieron haciendo en nombre del emperador, cuya autoridad ya no era más que virtual).
[11] Las regalia se convirtieron en atributos del poder civil, afirmado frente al eclesiástico, pero no únicamente:
"Los juristas miraron la regalía como un derecho imprescriptible e inalienable de la corona: del ius regaliae dimanaba un ius regale, del que ni siquiera el mismo soberano tenía facultad para eximirse".
[14] Incluso dentro de un mismo Estado como la Monarquía Hispánica, variaron su contenido para cada reino y época, aunque algunas coinciden siempre.
[18] En la monarquía absoluta las prerrogativas regias no tenían límites en teoría ("en lo que afecta a la constitución jurídica, el Príncipe ostenta esa prerrogativa temible de «hacer novedad»"),[9] aunque realmente estaban muy condicionadas por el particularismo local o estamental, particularmente por el eclesiástico, frente al que se construyó la defensa del regalismo (en Francia galicanismo, affaire de la régale 1673-1693,[19] Politique tirée de l'Écriture sainte[20] -Bossuet, 1679-; en España el Memorial... sobre los excessos que se cometen en Roma contra los naturales de estos reynos de España -Juan Chumacero y Domingo Pimentel, 1633-,[21] Pedimento fiscal...[22] y Disertaciones sobre las regalías del monarca -Melchor Rafael de Macanaz, primera mitad del siglo XVIII-; en Inglaterra, donde se había producido el cisma anglicano en el siglo XVI, la polémica intelectual se produjo en torno al derecho divino de los reyes frente al "reino" representado en el Parlamento: Basilikon Doron[23] -1599, Jacobo I- y, ya en el contexto de las revoluciones inglesas del XVII, Leviathan -Thomas Hobbes, 1651-, The Kings Prerogative... -John Nalson,[24] 1684-, Dos ensayos sobre el gobierno civil -John Locke, 1689-).
[34] Cada cultura, monarquía o dinastía tiene sus propias tradiciones históricas vinculadas a sus respectivas iura regalia: También hay monarquías en las que la tradición no se ha materializado en objetos únicos, como la monarquía española, que no realiza ceremonia de coronación, y cuyas joyas no tienen propiamente la condición de iura regalia.
En la corte noruega,[50] la reina consorte y el príncipe heredero son los únicos que comparten el simbolismo real.
Como la ceremonia se lleva a cabo sin presencia de público, nadie más que los sucesivos sacerdotes y emperadores han contemplado estos tesoros, y no se han publicado fotografías ni dibujos de ellos.
Como elementos exclusivos para usar por el gobernante destacan los asientos (el trono y otros elementos propios de un salón del trono, la silla curul de las magistraturas romanas, la cátedra de San Pedro para el Papa) y otros elementos con evidente significado político, como banderas, pendones o fasces o mazas ceremoniales (portadas por abanderados o maceros); pero también se usan elementos de todo tipo: como resguardo, sombrillas, baldaquinos o palios (la prerrogativa de la monarquía española de entrar "bajo palio" en los recintos sagrados fue utilizada por Francisco Franco para legitimarse en el poder y mostrar su especial vinculación con la Iglesia); incluso abanicos o matamoscas (en monarquías asiáticas y africanas).
[66] En ocasiones particulares, puede ser normativo que se use alguna música particular, como las fanfarrias o los himnos (himno real, honors music); o la utilización de instrumentos especiales (trompetas de plata, el tambor nakkara en Mewar, India, la orquesta Nobat en la coronación malaya).
Sin carácter exclusivo, ciertas composiciones británicas están muy vinculadas a las ceremonias regias (God save the king, Coronation Anthems -1727, Georg Friedrich Händel-, Pompa y circunstancia -Edward Elgar-).
En el imperio chino, el color amarillo era el reservado para el emperador, con múltiples significados: oro, riqueza, poder y el centro en la cosmología china (los cinco elementos o wu xing(五行)), lo que le hacía perfecto para referirse al emperador, centro del universo.
4º Los regentes de segunda clase que no sean bachilleres llevarán en el birrete botón plano azul.
5º Los profesores que no tengan grado alguno académico usarán en el birrete botón plano negro.
Las veneras o medallas tendrán en su anverso las Armas Reales con la leyenda Elisabeth II publicoe institutione y en el reverso un sol radiante circundado de una leyenda que diga: Perfundet omnia luce.
Prohíbense las chaquetas, sombreros gachos, botines de cuero y toda prenda reñida con el decoro que debe reinar en las aulas.
Los Jefes de los Establecimientos no permitirán, bajo su responsabilidad, alteración ni modificación alguna en los trajes é insignias señalados a las respectivas clases.En la actualidad la clasificación cromática más generalizada sería: - Derecho, rojo.
- Ciencias: Física, Geología, Matemáticas, Química, Biología e Informática, azul turquí.