Melchor Rafael de Macanaz

Pasó siete años de Humanidades y luego fue a la Universidad de Salamanca a estudiar Jurisprudencia, estudios que al principio se le resistieron, pero que acabó dominando con una férrea voluntad ya que dedicaba al aprendizaje catorce horas diarias, según revela en una autobiografía fechada en París el 7 de enero de 1739 y que cita su biógrafo Efraín Maldonado-Alcaraz.Procesado en ausencia por la Inquisición, pasó en el exilio buena parte de su vida, aunque intervenía en negociaciones diplomáticas y alardeaba de conocimientos secretos que comprometerían a altas instancias.Ya anciano se le propuso volver discretamente a España, pero acabó encerrado en el Castillo de San Antón de La Coruña, de donde salió con noventa años para morir al poco tiempo en su ciudad natal.[2]​ Su producción literaria es muy extensa, mucha de ella inédita, y se le han atribuido con frecuencia obras que no son suyas; lo que sí le es propio principalmente se puede dividir en dos grupos: títulos sobre Historia y disciplina eclesiástica y títulos sobre Historia política y civil.Es el protagonista de una magistral monografía histórica, escrita por Carmen Martín Gaite entre 1963 y 1969.