Reino de Dahomey

Posteriormente, sus soberanos lanzarán varias guerras de conquista contra sus vecinos y consiguieron ampliar notablemente sus dominios.

Según la tradición , el rey Kokpon de Allada tuvo tres hijos: Meji, Té Agbanlin y Gangnihessou o Ganixësu.

Después de una disputa sucesoria, el primero sucedió a su padre, mientras que Té Agbanlin partió hacia el sur, donde fundó Adjatché (Porto Novo), y Gangnihessou se dirigió al norte para establecerse en Abomey, núcleo del futuro reino de Dahomey.

Entre otras cosas, determinó las funciones de los principales ministros (gbonugä), estableció una etiqueta en la corte y decretó las primeras reglas relativas a los funerales.

Durante su reinado, Dahomey se extendió hasta la costa del golfo de Guinea, estableciendo contacto directo con los europeos.

Además, Oyo y Dahomey competirán brutalmente con Ashanti, que había conseguido asegurarse ese mismo papel en el oeste.

Además, el sistema comercial tradicional, basado en los fuertes europeos de la costa, también entró en decadencia.

No obstante, la situación fue enérgicamente enderezada por Ghézo, que reinó durante cuarenta años (1818-1858) y se reveló como un gran estadista.

El conflicto directo se desarrolló en la última década del siglo XIX, cuando Francia estableció un protectorado sobre Porto Novo, un vasallo de Dahomey, lo que constituyó un serio revés para las intereses económicos de este último.

En esa época, Dahomey tenía un ejército permanente que, en tiempo de paz, contaba con unos 4000 hombres y mujeres.

Dodds desplazó a sus hombres por el río Weme, y el 4 de octubre empezó su marcha hacia Abomey.

Por consiguiente, los franceses lanzaron otra expedición, en septiembre, también dirigida por Dodds, que ahora era general, consiguiendo conquistar la zona norte de Dahomey.

Por encima del universo se halla la pareja creadora Lisa-Mahu, que representaba, respectivamente, al Sol y la Luna.

Por debajo de ellos, y como vectores para su acción terrena, existen dioses especializados en distintos campos, llamados vodun.

Designaba numerosos dignatarios, entre otros a dos ministros que disponían de grandes poderes.

Los viajeros europeos que visitaron el país quedaron impresionados por el culto a los antepasados reales.

Especialmente a la muerte de un rey, se le tenía que rehacer un reino en el más allá, mediante ofrendas y numerosos sacrificios humanos.

Otras circunstancias (por ejemplo, la partida hacia la guerra o la construcción de un palacio) exigían también sacrificios sangrientos.

El monarca dahomeyano era, efectivamente, un rey cuyo poder, que parece autocrático e incluso sanguinario, reflejaba la dureza de los tiempos.

Pero la dictadura estaba lejos de ser absoluta: los ministros debían ser consultados, la tradición respetada y escuchados los dioses vodun.

Amazonas de Dahomey armadas con sables y un primitivo fusil.