Joyas de la Corona de Francia

Objeto de un robo en 1792 durante la Revolución francesa y vendida en parte a finales del siglo XIX, la colección esta hoy en día dispersada.

La pieza más conocida es el diamante blanco llamado el «El Regente», conservado desde 1887 en el Museo del Louvre.

La colección inicial, excepto la «Côte-de-Bretagne», desapareció pero el fondo será aumentado más tarde considerablemente, particularmente por Luis XIV (Azul de Francia, Sancy).

Otras piezas se fueron añadiendo a la colección bajo el reinado de Luis XIV.

Luis XVI decidió tallar en brillantes los diamantes, a excepción de dos piezas.

Sin embargo no se logró recuperar el «Azul de Francia».

La colección, fue depositada en la Tesorería Nacional, reduciéndose su valor estimado a 17 millones de libras.

Hacia 1795 la colección vale, según las estimaciones, 21 millones de libras.

Napoleón Bonaparte, a la cabeza del Consulado que ha conseguido sanear las finanzas del Estado, hace volver a Francia las joyas que habían sido puestas en garantía: entre ellas, varias piedras que estaban en posesión del vendedor berlinés Treskow, y aquellas que tenían los herederos del marqués de Iranda, pero no el «Sancy», vendido a Godoy.

La colección fue estimada en 13.950.000 francos de oro al final del Consulado.

En la estimación hecha en 1830 el valor de la colección asciende a 20.832.874,39 francos.

Concluye que deben ser expuestas en la galería de Apolo.

En 1988, el Museo del Louvre adquiere la Corona de la emperatriz Eugenia (2.490 diamantes y 56 esmeraldas, engastados en oro), realizada en 1855 por el joyero Alexandre-Gabriel Lemonnier.

[12]​ La joya había pertenecido a la familia Astor desde hacia más de cien años.

Algunas de las joyas de la Corona Francesa en el Museo del Louvre.
Gouache de 2008, reproduciendo el Toison de Oro de Luis XV, mostrando el diamante Azul de Francia y la espinela Côte-de-Bretagne .
El Regente , diamante expuesto en el Museo del Louvre.
La corona de Napoleón Bonaparte, expuesta en el Museo del Louvre.
Diadema de la emperatriz Eugenia, expuesta en el Museo del Louvre.
Corona de la emperatriz Eugenia, expuesta en el Museo del Louvre.