Tras la Revolución iraní de 1979, el palacio se convirtió en museo histórico y arquitectónico.
La última coronación realizada en el Trono de Mármol fue la del rey autoproclamado Reza Shah en 1925.
El rey Nasereddín Sah Kayar (1848-1896) hizo derruir la mayor parte de la sección y obstruir el pasaje, creando el rincón en su estructura actual, que utilizaba a menudo para pasar sus ratos de asueto en silencio, fumando un narguile.
La lápida del propio Nasereddín Shah, tras numerosos desplazamientos, terminó situada en este mismo lugar.
[5] Impresionado por los museos de Europa durante su segundo viaje, en 1872, Nasereddín Shah ordenó construir aquí una sala para exhibir pinturas, joyas reales y otros objetos.
La sección septentrional alojó a la Guardia Real en el reinado de Mohammad Reza Shah Pahlaví (1941-1979).
Las obras se comenzaron en 1865 (1282 de la Hégira lunar) y terminaron dos más tarde, supervisadas por Dust Alí Jan Nezamoddoulé.
Los planos se atribuyen a Moayyerolmamalek, y su ejecución, al aparejador Alí Mohammad Kashí.
En el salón se guardan aún varios objetos preciosos y cuadros de pintores iraníes como Kamal-ol-molk.
[9] El palacio Abyaz («Palacio Blanco» en persa-árabe کاخ ابیض kâj-e abyaz) fue construido con el fin de recopilar los numerosos regalos enviados a Nasereddín Shah por el sultán otomano Abdul Hamid II.
La estructura previa a esa renovada está reflejada en una acuarela del pintor Mahmud Malek oš-Šoará (1811-1893).
[13] Situado en el ala meridional del palacio junto al Emârat-e Bâdgir, recibe el nombre por su excepcional ornamentación a base de espejos.