El nombre también se aplica a menudo al Imperio portugués, las colonias de ultramar del reino.Para conseguir el reconocimiento del papa, Alfonso Enríquez prometió vasallaje y a pagar un censo anual de cuatro onzas.Respondiendo a esa devoción cristiana, emprendió múltiples batallas contra los musulmanes hacia el sur y con la ayuda de los templarios llegó al Alentejo, al sur de Portugal.En 1249, su hijo y rey portugués Sancho I, conquistó Al Gharb, el Algarve, a los musulmanes y lo añadió a la Corona portuguesa, completándose así el territorio de Portugal continental tal cual se conoce hoy en día.Después de los gobiernos bajo la dinastía de Borgoña, reinaron en Portugal los Avís hasta 1580, después y durante sesenta años los «Felipes» y, finalmente en 1640, los Braganza hasta 1910.El último rey fue Manuel II, que heredó el trono de su padre y hermano asesinados a tiros en la Plaza del Comercio (Lisboa) por partidarios republicamos.La dinastía Borgoña en Portugal empieza con este conde, nacido en Dijón (Francia) en 1066 y fallecido en Astorga el 1112.Este arzobispo es conocido por haber incentivado al joven Alfonso Enríquez a mantener una postura contra su madre que terminó en guerra, la Batalla de San Mamede, que la ganó.Fue conocido como «el Poblador», por el estímulo con que apadrinó la repoblación de los territorios del país.Dionisio tuvo dos hijos legítimos,Constanza de Portugal, que casó con Fernando IV de Castilla y fue reina consorte, y el mencionado Alfonso IV.La dominación portuguesa se hizo efectiva sobre Brasil, Angola, Mozambique, diversas ciudades de la India, Macao y Timor.Reinó como un rey fervientemente católico e introdujo en el país la Compañía de Jesús en 1534 y la Inquisición en 1536.Las embajadas portuguesas llegaron hasta lugares tan remotos como China y Japón.Este último tuvo que hacer frente a la rebelión de los portugueses.El país se encontraba en bancarrota, y el conde-duque de Olivares les sometió a una reglamentación inasumible.Así pues, se había agotada la paciencia de toda la sociedad portuguesa.Esto era debido a la dificultad que suponía para los ejércitos españoles hacer frente a todos los conflictos abiertos: la Guerra de los Treinta Años, la sublevación de Cataluña y las revueltas en Portugal, Sicilia y Nápoles.Con la realización de este pacto, Portugal cedió las posesiones de Tánger y Bombay a Inglaterra, a la vez que consiguió recuperar, gracias a la ayuda inglesa, los territorios de Luanda, Santo Tomé y Príncipe y Brasil, que en aquellos momentos estaban ocupados por las Provincias Unidas.La destitución del marqués de Pombal fue bien vista por el pueblo pero fue el primer paso de la decadencia portuguesa, acentuada por el Bloqueo Continental que impone Napoleón contra Inglaterra y por la invasiones napoleónicas (hasta cuatro veces, 1807-1811, es ocupada Portugal).Este acusó al primer ministro João Ferreira Franco Pinto Castelo-Branco de ser responsable del asesinato regio.Además Castelo-Branco había gobernado de forma dictatorial durante sus últimos años por lo cual fue destituido por el nuevo rey.La Revolución de 1910 proclamó la Primera República portuguesa y obligó al exilio del rey en Inglaterra.