Casada en cuatro ocasiones —se divorció en tres de ellas y quedó viuda una vez—, crio a sus hijos prácticamente como madre soltera.
En 1999, Davis fue seleccionada como la segunda mejor actriz de todos los tiempos en la lista del American Film Institute, solamente precedida por Katharine Hepburn.
[27] Davis no aprobó su primera prueba de cámara, pero participó en muchas otras dando la réplica a otros actores.
[33][34] Universal Studios renovó su contrato por tres meses y Davis apareció en un pequeño papel en El puente de Waterloo (Waterloo Bridge, 1931) antes de ser cedida a Columbia Pictures para La estatua vengadora (The Menace) y a Capital Films para Casa correccional (Hell's House), ambas rodadas en 1932.
[35][36] Tras nueve meses y seis filmes sin éxito, Laemmle decidió no renovarle contrato, aunque George Arliss la eligió para el papel femenino principal de La oculta providencia (The Man Who Played God, 1932).
[45] El director John Cromwell le dio una «relativa» libertad y comentó: «Dejé que Bette fuera su propia guía.
[51] En 1935, Davis apareció interpretando a una actriz perturbada en Peligrosa (Dangerous), dirigida por Alfred E. Green, y recibió muy buenas críticas.
E. Arnot Robertson escribió en Picture Post: «Si Bette Davis hubiera vivido hace doscientos o trescientos años, creo que probablemente la habrían quemado por bruja.
[62] Davis comenzó a trabajar en La mujer marcada (1937), un drama negro inspirado en el caso de Lucky Luciano.
[65] Durante la producción de su siguiente filme, Jezabel (Jezebel, 1938), Davis inició una relación con el director William Wyler.
Para recrear los últimos años de Isabel I, Davis tuvo que afeitarse la línea del cabello y las cejas.
Debes intentar cosas que estén más allá de ti o te estancarás en una rutina interminable».
Recordando el episodio muchos años después, Davis comentó que ese consejo la había influenciado a lo largo de su carrera.
[78] Davis fue elogiada por su papel de una asesina adúltera, el mismo rol que la actriz Katharine Cornell había interpretado originalmente en Broadway.
[79] Durante este tiempo, mantuvo una relación con su antiguo compañero de reparto George Brent, quien le propuso matrimonio.
consideró que la versión cinematográfica debía contar con una mujer joven en el personaje femenino principal y eligió a Davis.
[106] Su siguiente película, Una vida robada (1946), fue la primera y única que Davis hizo con su propia compañía de producción, BD Productions.
[115] Davis presionó a Jack Warner para hacer dos filmes, uno sobre la novela Ethan Frome y otro sobre la biografía de Mary Todd Lincoln, pero ambas propuestas fueron vetadas.
Al momento en que filmó La historia de un divorcio (lanzada por RKO Radio Pictures en 1951 como La egoísta), no había recibido otras ofertas laborales.
[131] Durante la producción, forjó una gran amistad con su compañera de reparto, Anne Baxter, y una relación romántica con su protagonista, Gary Merrill, con el que contrajo matrimonio en cuartas nupcias.
[134] Joseph L. Mankiewicz, quien dirigió la producción, comentó que estuvo «perfecta» y fue «el sueño del director: la actriz dispuesta».
[136][137] Fue nominada nuevamente al Oscar y críticos como Gene Ringgold describieron su interpretación como «la mejor actuación de todos los tiempos».
[140][141] Durante este tiempo, fue invitada a dejar las huellas de sus manos en la parte exterior del Grauman's Chinese Theatre.
[143] La familia viajó a Inglaterra donde la pareja protagonizó una película de asesinato y misterio, Veneno para tus labios (1951).
[146] Su hija Margot fue diagnosticada con un grave daño cerebral debido a una lesión sufrida poco después de su nacimiento y fue ingresada en una institución especializada.
Sobre Crawford, Davis dijo: «Se ha acostado con todas las estrellas de la Metro, menos con la perra Lassie» y, paralelamente, «no la orinaría ni aunque estuviese ardiendo en llamas».
Ahí, interpretaba a la madre de Susan Hayward, pero el rodaje se vio obstaculizado por las tensas discusiones entre ambas.
[192] Davis se desmayó durante la entrega de los premios American Cinema en 1989 y poco después descubrió que el cáncer había reaparecido.
[195] Era partidaria de la autenticidad por encima del glamour y deseaba cambiar su propia apariencia si le venía bien al personaje.
Debido al alboroto tan publicitado, algunas fuentes todavía la consideran una nominación para Davis, aunque la Academia nunca la registró oficialmente como una candidatura.