Los ricos están con nosotros

Los ricos están con nosotros (título original en inglés, The Rich Are Always with Us) es una película de comedia dramática estadounidense de 1932, la época pre-code, dirigida por Alfred E. Green y protagonizada por Ruth Chatterton, George Brent y Bette Davis.

Una adinerada neoyorquina, Caroline Grannard (Ruth Chatterton) y su esposo Greg (John Miljan) parecen la pareja perfecta, hasta que Caroline se entera de que Greg mantiene una aventura con Allison Adair (Adrienne Dore).

Durante su viaje por trabajo a Rumanía, el novelista y corresponsal de guerra Julian Tierney (George Brent), enamorado de Caroline, se la encuentra en París, después del divorcio, y le pide que se case con él.

Aunque Caroline insiste en que ya no siente nada por su ex-marido, pide a Julian un tiempo para pensarlo y lo deja marchar solo.

Caroline se reúne con Julian y le dice que no puede irse con él porque debe cuidar de Greg.