The Girl from 10th Avenue

Geoffrey Sherwood (Ian Hunter) es un abogado socialmente bien situado al que su novia, Valentine French (Katharine Alexander), ha plantado —a la puerta de la iglesia— por un pretendiente más rico, John Marland (Colin Clive).

Ebrio, comienza a ser cada vez más molesto y ruidoso hasta llamar la tención no sólo de dos policías locales sino también de Miriam Brady (Bette Davis), una dependienta, en su hora del almuerzo, que lo arrastra hasta un café para evitar que lo arresten.

A la mañana siguiente la pareja descubre que, bajo los efectos del alcohol, se han casado ante un juez de paz.

Variety escribió que la película "está diseñada a partir de un patrón cuyos giros y vueltas hasta el fanático más tonto puede anticipar fácilmente...

La narrativa está repleta de secuencias inverosímiles y la trama... a menudo se mete en callejones sin salida.