Bette se alía con Valérie Marneffe, una joven infeliz en su matrimonio, para seducir y atormentar a varios hombres.
Hulot sacrifica la fortuna familiar y su reputación para complacer a Valérie, pero ella lo abandona por un rico comerciante llamado Crevel.
Varios críticos la consideraron como un punto de inflexión en la carrera del escritor, y otros lo han descrito como un texto típicamente naturalista.
Para 1846 Honoré de Balzac había alcanzado una inmensa fama como escritor, pero sus finanzas y su salud se estaban deteriorando rápidamente.
Desarrollaron una afectuosa relación en sus cartas y, cuando ella quedó viuda en 1841, Balzac le pidió su mano en matrimonio.
Albergó la esperanza de que podrían casarse cuando ella quedara embarazada, pero se enfermó en diciembre y sufrió un aborto espontáneo.
Este abrió nuevas oportunidades para aquellos individuos que esperaban adquirir riqueza, y derivó en importantes cambios en las normas sociales.
Balzac basó el segundo libro en una historia que su hija Laure Surville había escrito, llamada La Cousine Rosalie, y lo publicó en 1844, en Le Journal des enfants.
[12][13] Realizó la novela entera en dos meses con un ritmo intensivo y la llamó La Cousine Bette en honor al nombre de su personaje principal.
Josépha, mientras tanto, rechaza al barón Hulot y le explica que había elegido otro hombre con más dinero.
Estas deudas, sumadas al dinero que había gastado en Josépha, amenazan la seguridad financiera de la familia Hulot.
El hermano del barón Hulot, conocido como le maréchal, contrata a Bette como su ama de llaves y se encariñan entre ambos.
Con una considerable fortuna acumulada en dicho libro, Crevel pasa su tiempo en La Cousine Bette disfrutando las ganancias de su labor.
El novelista detective Arthur Conan Doyle dijo que nunca trató de leer a Balzac, porque "no sabría por dónde comenzar".
(Pugh, 1974, p. 424) El biógrafo Noel Gerson ubicó a los personajes de La Cousine Bette "entre los más memorables que Balzac ha creado".
se dit Lisbeth, ô Adeline, tu me le payeras, je te rendrai plus laide que moi!"
El tumultuoso final de su romance con Louise Breugniot y la ventaja que ella obtiene por su devoción hacia Mme.
Al igual que su prima Bette, era una campesina, pero tenía los ideales de la femineidad del siglo XIX, tales como la devoción, la gracia y la deferencia.
Durante las Guerras Napoleónicas, se distinguieron por su valor a tres oficiales apellidados Hulot, y algunos sugieren que el nombre fue tomado de Comte Hector d'Aure.
Ninguno de estos hombres, sin embargo, parecen haber presentado las características particulares del barón Hulot en la novela.
Como Louis Lambert y Lucien Chardon en Illusions perdues, es un hombre brillante, como Balzac se consideraba a sí mismo.
[71] Algunas secciones del libro han sido criticadas por ser melodramáticas, y el biógrafo de Balzac, V. S. Pritchett, incluso describió a una parte representativa como "mal escrita".
Bette, por supuesto, representa a la venganza, y Adeline busca desesperadamente construir el hogar feliz que había imaginado cuando acababa de casarse.
[93] Esta complicidad alcanza su punto máximo cuando no logra venderse a Crevel (quien ya había perdido interés en ella) para saldar las deudas de su marido.
Los cuatro personajes femeninos principales (Bette, Valérie, Adeline y Hortense) representan personalidades estereotípicas de las mujeres.
Su relación y su actitud hacia Steinbock resalta su masculinidad: lo domina e incluso le brinda soporte económico para que pudiese dedicarse a la escultura.
Balzac creía que la sociedad francesa, gobernada por la Casa de Orléans, no tenía un liderazgo fuerte, y estaba fragmentada por las demandas del parlamento.
Siempre cortesana, Valérie describe su nueva creencia cristiana en los términos de la seducción: "je ne puis maintenant plaire qu'à Dieu!
)[119] La reacción de la crítica hacia La Cousine Bette fue inmediata y positiva, algo que Balzac no esperaba.
Escribió: "No me doy cuenta cuán bueno es La Cousine Bette es... Hay una reacción inmensa a mi favor.