Sitio de Zaragoza (1808)

Sin embargo, a finales de año, los franceses regresaron en mayor número, reanudándose el sitio.Primando inicialmente los vínculos dinásticos entre los reyes de España y los depuestos reyes franceses, España participó en la Coaliciones antirrevolucionarias, que se estrellaron militarmente contra el genio bélico de Napoleón Bonaparte.La única alternativa que le quedaba a Bonaparte era entrar en territorio portugués vía España.Manuel Godoy, primer ministro del rey español Carlos IV, firmó un pacto con los franceses por el que se le permitiría al ejército napoleónico entrar en España para planear la invasión a Portugal.En Zaragoza fue ganando ascendiente el partido del príncipe de Asturias, mientras que labradores como Jorge Ibor o Mariano Cerezo iban agrupando descontentos entre la clase popular.En medio de la creciente represión por parte francesa, diversas juntas regionales se declararon en rebeldía en todo el país.Carlos González, practicante de medicina, es acreditado como el primero en haberse puesto los colores nacionales en una sublevación que alcanzó a la propia guardia.La mañana del 15 de junio los zaragozanos tuvieron noticia de este acercamiento y Palafox y su plana mayor abandonaron la ciudad, en una acción muy discutida posteriormente, quedando Vicente Bustamante, Teniente del Rey, como mando superior.Lefèvbre, sin dar descanso a sus hombres y juzgando una victoria rápida, lanzó el ataque.Los escasos atacantes que lograron entrar en la ciudad durante la batalla fueron aniquilados inmediatamente junto a las puertas.El hecho sería inmortalizado por Fernando Brambila, pintor italiano que había sido invitado por Palafox para narrar la contienda.Los franceses tuvieron que retirarse precipitadamente sobre las 7 de la tarde, siendo incluso perseguidos por los zaragozanos en campo abierto.Durante los días siguientes se produjeron diversos ataques puntuales franceses, siendo rechazados todos ellos.Tras una dura lucha, los defensores logran resistir en la ciudad, aunque los franceses ocuparon con éxito el barrio exterior de Torrero y algunos otros sitios extramuros.La llegada se produce justo a tiempo, pues ese mismo día los franceses lanzan otro ataque general sobre la ciudad.En la última, una mujer llamada Agustina Zaragoza tiene que disparar una batería cuyos artilleros habían caído por una explosión.El disparo pone en fuga a la avanzada francesa y permite conservar la puerta.Durante el resto del mes de julio, las tropas francesas se vieron enfrentadas a una lucha casa por casa y calle por calle para hacerse con el control de los barrios extramuros, mientras el sitio se iba haciendo más formal a medida que zapadores e ingenieros del ejército francés organizaban trincheras, minas subterráneas y desplegaban la artillería de asedio.La cantidad de muertos, heridos o enfermos entre los oficiales superiores fue tal que algunos regimientos quedaron mandados por capitanes.Se tomaron también medidas para garantizar la higiene y alejar el riesgo de epidemia que acompaña a los asedios, pero desafortunadamente no se pudo evitar un brote de tifus que se cobró, entre otras, la vida del cabecilla Jorge Ibor y Casamayor, el "Tío Jorge", que había sido un líder clave en la deposición de Guillelmi.El ejército español, inferior a las más experimentadas tropas francesas, fue rechazado sucesivamente en las batallas de Espinosa y Tudela.El 21 de diciembre este ejército atacó Zaragoza por varios puntos, tratando de tomar el canal Imperial en Casablanca y La Paz, así como los barrios exteriores del Arrabal y Torrero.Simultáneamente, y en la más pura ortodoxia militar, avanzaron con trincheras paralelas a las defensas de la ciudad.En San José, Santa Engracia y los alrededores de la Aljafería se combatió entonces con denuedo.Los avances franceses se convirtieron en costosos, y los contraataques del General O'Neylle lograban recuperar parte de lo perdido.Los puestos avanzados establecidos el 28 de enero por un asalto general se fueron ampliando en lentos y meticulosos combates.Los franceses lo incluyen entre sus grandes batallas inscritas en el Arco del Triunfo de París.La decidida resistencia fue inmortalizada en una copla cantada como jota, convertida desde entonces en uno de los símbolos típicos con los que se relaciona Aragón y Zaragoza:Benito Pérez Galdós, uno de los mayores novelistas españoles, dedicó uno de sus Episodios Nacionales, con los que pretendía narrar la historia española en el siglo XIX, a Zaragoza y sus sitios (véase Zaragoza (Episodio nacional)), inmortalizando así esta heroica resistencia.La frase fue desde entonces una típica referencia patriótica, usada muchas veces en propaganda, especialmente por los sectores más conservadores, si bien su uso hizo presencia en todo el abanico político, siendo por ejemplo usado en los billetes de 1000 pesetas tras la muerte de Franco.
El general José de Palafox, a caballo , pintado por Francisco de Goya .
Zaragoza en el siglo XVIII , antes de los sitios.
El Castillo y Palacio de la Aljafería , sede de la guarnición de la ciudad.
Plano de 1868 del primer sitio de 1808.
Monjes combatiendo durante el Sitio de Zaragoza de 1808. El personal del clero se unió a los defensores nacionales para combatir a los franceses.
Escudo de distinción a los defensores de Zaragoza creado por el general Palafox.
Plano de 1868 del segundo sitio de 1808-1809.
La Basílica del Pilar , que aún hoy en día muestra en su fachada este daños producidos durante los sitios.
Esquina de la calle El Pozo con los daños producidos en los sitios de Zaragoza
El asalto de Zaragoza , por January Suchodolski (1845), Museo Nacional de Varsovia .
Los héroes del sitio de Zaragoza (1903 o 1905), corto de Segundo de Chomón , mostrando tres escenas ficticias de los sitios.
Baturro de guardia durante los Sitios de Zaragoza , Marcelino de Unceta , 1902
Defensa de la torre del convento de San Agustín , obra de César Álvarez Dumont , que muestra la defensa durante el sitio de Zaragoza .
Se puede leer «Sarragosse» encabezando la cuarta columna, segunda fila en la lista de batallas francesas grabadas en el Arco del Triunfo.
Lápida de ciudadanos defensores de Zaragoza en la Antigua Escuela de Artes Oficios de Zaragoza
Lápida de militares defensores de Zaragoza en la Antigua Escuela de Artes Oficios de Zaragoza