Se trató de la primera batalla campal en Andalucía entre un ejército español más o menos organizado y las fuerzas francesas.
El ataque comenzó con el fuego de artillería francés sobre la cabeza del puente y los cañones españoles situados en la orilla opuesta.
Hasta allí acudió una brigada francesa y por ambas bandas se sucedieron violentas descargas.
Al mismo tiempo, el grueso de las fuerzas francesas se apoderó del puente y comenzó a cruzarlo.
Los españoles se retiraron hacia Córdoba, viéndose después forzados a abandonar la ciudad, dejando tan solo una compañía de granaderos para entretener a los franceses y proteger la retirada de los demás hacia Écija.