Antonio Sangenís Torres
En 1794 consiguió la titulación de ingeniero extraordinario, y fue nombrado profesor en la Academia de Zamora, cargo que desempeñó hasta 1804.Ascendió en 1802 a capitán 1º del Cuerpo, y en 1805 fue nombrado sargento mayor de brigada, a partir de lo cual se dedicó a tareas de enseñanza.[2] En Zaragoza, durante 1808, se unió a Palafox, como Comandante de Ingenieros con el objetivo de fortificar y defender la ciudad contra los ataques franceses.Mientras observaba los trabajos enemigos desde la batería alta de Palafox, un balazo de cañón acabó con su heroica vida, resumida con su propia frase: "Que no se me llame nunca si se trata de capitular, porque jamás seré de opinión de que no podemos defendernos."La ciudad que lo vio combatir dio su nombre a una calle situada en el barrio de Delicias.