Del Parque decidió avanzar hacia Salamanca y situó sus tropas en las inmediaciones del pequeño pueblo de Tamames, a 55 kilómetros de la ciudad, al pie de la pequeña sierra a la que da nombre.
Con el pueblo de Tamames en una zona intermedia entre las tropas españolas y francesas, Marchand se lanzó al ataque, formando tres columnas y concentrando el grueso de sus fuerzas en el flanco izquierdo.
El combate comenzó mal para los españoles, debido a la maniobra poco hábil de su caballería.
En vista del rechazo de su ofensiva y las cuantiosas bajas producidas, Marchand emprendió la retirada.
Marchand creyó prudente replegarse sin plantar más batalla hacia Salamanca, plaza que poco después de vio obligado a abandonar al ser informado de que las tropas españolas se dirigían a la ciudad.