Torrelavega, al igual que otras ciudades próximas al mar o a ríos de cierto caudal, alberga a gaviotas, palomas y estorninos que generan, sin embargo, problemas de higiene y para los que el ayuntamiento torrelaveguense toma medidas tendentes a evitar su concentración en determinadas zonas arboladas para alivio de los viandantes (por ejemplo, la instalación de dispositivos electrónicos que reproducen grabaciones de aves predadoras para alejar a los estorninos).Además se han localizados otros yacimientos arqueológicos en el municipio, como es el caso del monte Dobra, o de cuevas próximas situadas en municipios limítrofes, como la de Altamira, en Santillana del Mar, o la de La Clotilde, en Quijas (Reocín), entre otras muchas, en los que se ha constatado la presencia humana en la época prehistórica.La calzada romana que unía la meseta castellana, Pisoraca (Herrera de Pisuerga), con el Portus Blendium (Suances) suponemos que atravesó el territorio torrelaveguense tras pasar por la ciudad de Julióbriga.[3] Sin embargo, de época romana el testimonio más significativo se produjo en el pico Dobra, donde se halló una estela dedicada al dios indígena Erudino, que tradicionalmente se fechaba en el 399 d. C., aunque recientes investigaciones han confirmado, sin embargo, que data del 23 de julio del año 161 d. C. No es hasta la Edad Media cuando aparecen los primeros escritos sobre la villa.La conjunción de la torre y del nombre del lugar, título del señorío, habría que configurar la denominación de la villa mercantil e industrial que, desde el siglo XVIII hasta hoy, conocemos con el nombre de Torrelavega.El Pleito de los Nueve Valles, por el cual los nueve valles cántabros obtuvieron su independencia de los señoríos del Infantado no tuvo repercusión en la zona torrelaveguense.A mediados del siglo XVIII Torrelavega se cofigura como encrucijada de caminos entre Santander y Reinosa.Estas grandes industrias, el mercado, los establecimientos de comercio, la pequeña industria y talleres, transforman Torrelavega en el núcleo industrial clave de la comarca del Besaya.Primero, la represión republicana se concentró en la persecución religiosa que fue abundante en diversas zonas.Después, la represión franquista alcanzó también cifras trágicas, puesto que en Torrelavega, al ser un núcleo industrial, los sindicatos contaban con una fuerte presencia, y tanto obreros como sindicalistas eran objetivo frecuente de la represión del bando sublevado.Además, el dominio de partidos de izquierda en esta zona era evidente, lo cual dificultó aún más la situación para los afiliados a sindicatos y partidos.Destaca de esta etapa el torrelaveguense, Eloy Fernández Navamuel (1899-1964) que fue un prestigioso militar que tras acogerse al retiro previsto por la Ley Azaña, se incorporó voluntariamente al servicio de la Segunda República.[6] Inocencio Aja fue el guerrillero destacado de la zona del río Besaya.Tras la Guerra Civil, el desarrollo industrial no continuó con la misma intensidad debido a la mala situación socioeconómica que atravesaban tanto el país como la propia región, pero a pesar de ello llegaron empresas tales como Aspla y La Continental.Las razones que explican este proceso, son, entre otras, la bajísima natalidad, el desempleo, la carestía de la vivienda en comparación con municipios limítrofes, la ausencia de suelo urbano como consecuencia de los continuos retrasos en la aprobación del P.G.O.U., y el paulatino desmantelamiento del tejido industrial.En cambio, municipios limítrofes como Los Corrales de Buelna, Suances, o Miengo han aumentado su población en los últimos años.Torrelavega es el segundo municipio más poblado de toda Cantabria.Su población activa eminentemente terciaria queda de manifiesto por una importancia del 61 %, en línea con la economía regional.En la actualidad la feria se celebra todos los martes tarde y miércoles (excepto si el miércoles es festivo a nivel nacional, en que se adelanta al lunes tarde y martes).También se explotaba durante 150 años y hasta el 2003 una importante mina metálica en Reocín, comenzando por la Real Compañía Asturiana, a la que tomó el relevo la compañía Asturiana de Zinc en 1965.Desde la plaza Mayor (sus soportales albergaban precisamente los puestos contra los «elementos») emigraron a la Llama, para instalarse actualmente en el recinto del Ferial de Ganados, cedido por el ayuntamiento.Actualmente se encuentran en construcción dos edificios más para discapacitados adultos.Todas las semanas existen servicios que unen la capital del Besaya con ciudades de otros países europeos, entre ellas Burdeos, París, Bruselas, Zúrich o Londres.10 Ambulancias de transporte sanitario programado se encargan del traslado de pacientes a rehabilitación, hemodiálisis, consultas, y las altas hospitalarias que se produzcan.Destaca, aunque inconcluso, el carril que circunvala la ciudad, con 5,5 km.Ese mismo año, un grupo de entrenadores pertenecientes al SAB Torrelavega, fundaban un nuevo club bajo el nombre de CBT Torrelavega, que empezó a competir en la temporada 2015/2016 en las distintas ligas cántabras, tanto base como sénior.Desde la temporada 2022-2023 el Grupo Alega Cantabria tiene un equipo en LEB Oro.El Diario Montañés cuenta con oficinas en la ciudad desde 1985, inaugurando unas nuevas instalaciones en abril de 2009.El Diario Alerta, cuya sede se encuentra en Peñacastillo (Santander), está también presente en Torrelavega.En los últimos años se ha producido un boom en la prensa en línea de la ciudad.
Ara a
Erudino
proveniente del
monte Dobra
(Torrelavega) depositada en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria aunque pertenece al Museo de Arte Contemporáneo de Santander
Alegoría de la minería
, obra del escultor cántabro Jesús González de la Vega, situada en una de las rotondas del bulevar ronda, evocando el importante pasado minero de la
comarca del Besaya