Respecto a la segunda parte, Pisuerga, alude al río y algunos autores lo relacionan con el otro nombre que tuvo la ciudad: Pisoraca; desde un punto de vista filológico, la forma «Pisuerga» es una derivación completamente regular a partir de Pisoraca.
El municipio incluye las siguientes pedanías: La antigua Pisoraca romana, fue asentamiento de la Legio IV Macedonica entre el 20 a. C. y el 40 d. C. durante la lucha de César Augusto por someter a los cántabros y romanizar sus posesiones.
La contribución de este enclave como campamento romano de las guerras cántabras es discutido por algunos investigadores actuales, dando al asentamiento una fundación posterior a las guerras cántabras.
Sea como fuere, esta legión es trasladada a Mogontiacum (Maguncia, Alemania), ocupando su campamento la una unidad auxiliar de caballería Ala Parthorum.
Se documentan materiales de construcción sellados con la figlina del Ala Parthorum, junto con cerámica común, Terra Sigillata Hispánica, vidrio y armas, incluyendo un protector ocular de caballo y algunos restos metálicos de arreos y estribos.
Las excavaciones oficiales, patrocinadas por la antigua Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades fueron dirigidas por Julio Martínez Santa-Olalla y revelaron un excepcional conjunto funerario único en el mundo visigodo de la Meseta Norte.
Además de tumbas, se encontraron también restos constructivos considerados en su día como contemporáneos a la necrópolis.
Auspiciado por esta familia, se funda un convento franciscano a finales del siglo XV.