Folclore de Cantabria

Sobre estos seres se conservan cuentos y fórmulas de la tradición oral cántabra, destinados a advertir sobre sus actividades, ahuyentarlos o ganarse sus favores.Muchos de estos dichos o rimas están en dialecto cántabro y suponen una documentación muy valiosa.Existen diversos folcloristas que se han dedicado al estudio de la tradición cántabra: Manuel Llano Merino, Adriano García-Lomas, Póllux Hernúñez, Ramón Sordo Sotres, Stella de Vallejo, etc.Por ello, lo más habitual es que muchas localidades se hayan inventado nuevas tradiciones para la celebración de una festividad.Este instrumento merece especial atención por su origen antiquísimo y elemental, pese a lo cual artistas tan cabales y espontáneos como Lin el Airoso en Campoo o Pedro Madrid en Polaciones, saben extraer de él sentidas melodías.En la plaza le aguarda una corte de letrados, jueces y fiscales dispuestos a celebrar la vista del caso.Numerosos personajes disfrazados de pez suben al estrado para acusarle o para defenderlo.Normalmente se celebra domingo siguiente a la Semana Santa en San Vicente de la Barquera.El San Pedruco es una fiesta milenaria que los habitantes de esta localidad conservan con entusiasmo.La fiesta tiene su origen en las Guerras Carlistas, cuando el general Espartero, tras vencer en Ramales en 1839 (momento en que el pueblo pasó a llamarse Ramales de la Victoria) obsequió a las jóvenes del lugar con baúles llenos de mantones que los partidarios del infante don Carlos habían abandonado en su huida.Los mozos del pueblo salen a los alrededores en busca de dos robles (maya y punta) que se unen o empalman una vez talados, y labrados, alcanzando una longitud superior a los 30 metros.Hace bastantes años los mozos competían para ver quien subía hasta el ramo y/o bandera, y además a soltar la trócola o polea que se colocaba en la parte central de la maya para izarla, destacando algunos mozos por su habilidad dado el diámetro de la maya.Actualmente y dada entre otras, la peligrosidad de tal acción, los mozos ya no suben.El desfile está animado por charangas y grupos folclóricos, tanto regionales como internacionales.Para animar más la fiesta, el público participa lanzando confeti y serpentinas.Un jurado determina la ganadora del premio a la mejor carroza basándose en criterios artísticos.Comenzado un nuevo ciclo en esta fiesta, que ya va por su octava edición, siendo la primera en el 2001.Existe una rica tradición de música vocal donde destacan la característica tonada montañesa con la voz sola o acompañada de gaita, las rondas, las mordaces coplas acompañadas por el rabel y las pandereteras.Una agrupación instrumental bastante popular es la constituida por un tamboril y un clarinete agudo denominado localmente como pitu montañés.Otros aerófonos tradicionales han sido la gaita, en expansión, y la vozaina, el silbu o los albogues ya en desuso.La música folk cántabra no ha tenido la misma proyección en el exterior que la gallega o asturiana, si bien Cantabria también vive desde los 70 la corriente de recuperación con grupos como La Humera y Atlántica (ya desaparecidos), Ibio, Luétiga y más actualmente con grupos como Garma, Naheba, Tanea, Cahórnega... y multitud de festivales destacando el Festival Intercéltico de Orejo.
Día Infantil de Cantabria en la campa de la Magdalena ( Santander ).
El oso de La Vijanera en Silió .
Carroza en la edición de 2006 del Coso Blanco .
Memorias de Jaypur.
Piteros cántabros.
Banda de gaitas en el Festival Folkomillas de Comillas .