Pandero

A pesar de no ser igual a la pandereta, existen similitudes entre ambos instrumentos y se conoce que también se originó en Mesopotamia, Medio Oriente, India, Grecia y Roma[1], aunque los registros más tempranos conocidos hasta la fecha datan su uso (en España) desde el siglo XVI.

La membrana del pandero se puede golpear con la mano abierta, cerrada, o con los dedos para conseguir un sonido firme y corto.

Además, es importante destacar que, en algunas regiones extranjeras, este instrumento es reconocido como tambour de basque.

Según el Padre Donostia (1952), hay un registro del siglo XVI que menciona que Carlos IX, durante su visita a San Juan de Luz, disfrutaba observando a las jóvenes bailar.

Otra referencia del siglo XVII sobre el pandero relata que, en la llegada de Madame d'Aulnoy a Pasaia, «una batelera salió a recibirla con cincuenta compañeras, cada una portando un remo sobre el hombro.

Salmos 149:3 "Alaben su nombre con danza; Con pandero y arpa a él canten."

La trikitixa y el pandero están muy unidos, tanto es así que es muy difícil ver alguien tocando la trikitixa sin una pareja que juegue y marque un ritmo con el pandero.

A finales del siglo XIX, el pandero aparece acompañando a un txistulari (sin tamboril) en una imagen de una boda en Vizcaya, encabezando la hilera de carros que transportan el arreo.

Hoy en día, el pandero se sigue utilizando en la música tradicional vasca.

Su presencia, junto con la de la trikitixa tiende a ser más abundante durante días festivos propios de algunos pueblos vascos al igual que durante festividades como la Navidad.

«Panderoa eta txistua». «Boda a la antigua usanza» (Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco. Diccionario Auñamendi. An-Artazu. Arreo. 587 or.)