El profesor Antonio Linage Conde apunta a un fenómeno de monopolio por momentos en la denominación dejando fuera otras ramas benedictinas como la camaldulense.Por otra parte, el Capítulo general decretaba estatutos y realizaba las adaptaciones necesarias en las normas que regían la orden.Esta expansión garantizó a los cistercienses un lugar preponderante no solo en el seno del monacato europeo sino también en la vida cultural, política y económica.[52] Las consecuencias del Cisma y las guerras husitas fueron especialmente dolorosas para los monasterios situados en los confines orientales de Europa.Algunos monasterios se reunían localmente, bajo el impulso de las comunidades o del poder pontificio, para formar congregaciones cada vez más autónomas respecto al Capítulo general.El precedente del gran cisma de Occidente donde los cardenales divididos eligieron dos papas provocó grandes divisiones en la Orden.La celebración regular del Capítulo general instituido por la Carta de caridad había sido la base para preservar la unidad.Estableció en su comunidad una tradición de una particular austeridad, basada en una vuelta al primitivo ideal cisterciense, encontrando imitadores en Italia y Luxemburgo.Más allá de esta cuestión, lo que estaba en juego no era sino la aceptación o el rechazo del ascetismo.[64] Para Leroux-Dhuys después de la Revolución Francesa ya nada podía ser como antes y la Iglesia había perdido a sus aliados políticos tradicionales.[67] En el Imperio Austro-Húngaro trece abadías sobrevivieron a la disolución del emperador José II: ocho en Austria, dos en Bohemia, dos en Polonia y una en Hungría.Se les prohibió relacionarse con el Papa u otros superiores extranjeros y eran supervisados por los obispos diocesanos.En cuatro Capítulos Generales sucesivos (de 1967 a 1974) se afrontó la renovación, decidiéndose abandonar el gobierno centralizado, la uniformidad en las observancias y cambios importantes en la Liturgia.En 1925 se unieron al programa de misiones del Papa Pío XI para difundir el catolicismo en otros países.La vida cotidiana del monje, desarrollada de modo mecánico, es la condición para su paz interior y el silencio, propiciando la relación con Dios.La acumulación y la tenencia feudal, características de las explotaciones benedictinas, fueron sustituidas por las tierras legadas por los señores locales, revalorizadas directamente por los hermanos.Se caracterizaba por grandes iniciales pintadas en claroscuro de un solo color, sin representación humana o animal ni uso del oro.Los cistercienses, sin embargo, siguieron siendo a los ojos de las demás órdenes, incluyendo los dominicos, gente «simple» poco versada en los estudios especulativos.En 1334, Jacques Fournier, antiguo alumno del Collège Saint-Bernard, doctorado en teología hacia 1314, se convirtió en papa en Aviñón bajo el nombre de Benedicto XII.[111] En 1945 se creó Analecta Sacri Ordinis Cisterciensis, revista científica y multilingüe dedicado a asuntos relacionados con la orden.En un principio las construcciones que componían las dependencias monacales, iglesia incluida, solían ser de madera, adobe o un humilde mampuesto.Así, hasta mediados del siglo xiii las vidrieras cistercienses fueron exclusivamente las llamadas «en grisalla», cuyos diseños se inspiran en los enlosados romanos.En el siglo xv, la vidriera cisterciense perdió su especificidad y confluyó, por su aspecto, con la mayor parte de los edificios religiosos contemporáneos.No dudaban en comprar las aldeas preexistentes, incluso expulsando a sus ocupantes, para reorganizarlas de manera diferente según sus propias reglas explotación.[134] En 1206, hubo que aumentar aún más el caudal hidráulico y se excavó un tramo de cuatro kilómetros.Los monjes abordaron una obra aun más importante: desviar el río Cent-Fonts, lo que garantizaría un caudal mínimo de 320 litros por segundo.[141] Desde la época carolingia, los monasterios estaban en la vanguardia en este campo, porque la regla benedictina exigía que hubiera un molino en cada abadía.[152] En la segunda mitad del siglo xii, la orden intentó obtener beneficios financieros de su patrimonio e invirtió masivamente en viñedos y salinas.La expansión de la orden en el Franco Condado le permitía no solo controlar las salinas, sino también facilitar su acceso al Rin a través del Doubs.Según Duby, «la gente del campo es la primera en dar la espalda a la orden que le quita su tierra y la expulsa de sus aldeas».
San Bernardo recibiendo la leche del pecho de la Virgen María
. La escena ilustra una leyenda que supuestamente tuvo lugar en la
catedral de Espira
en 1146.
Monje leñador y un obrero. Dibujo a partir de un manuscrito ilustrado. Biblioteca Municipal de
Dijon
.
Planta
tipo cisterciense:
1―Iglesia
2―Puerta del cementerio
3―
Coro
de conversos
4―Sacristía
5―
Claustro
6―Fuente
7―Sala Capitular
8―Dormitorio de monjes
9―Dormitorio de novicios
10―Letrinas
11―Calefactor
12―Refectorio de los monjes
13―Cocina
14―Refectorio de los conversos.