El convento de San Quirce y Santa Julita es un monasterio situado en Valladolid (España).
Enrique II de Castilla concedió a las religiosas el privilegio de que su hortelano estuviese exento de pagar los pechos correspondientes, en atención a lo difícil que era hallar quien quisiera cultivar su huerta, situada al otro lado del Pisuerga.
La nave tiene forma de cruz latina, cuya arquitectura dórica corresponde a la época del renacimiento, habiéndose terminado en 1632.
El segundo cuerpo presenta un gran tarjetón rectangular, representando en bajo relieve la Asunción de la Santísima Virgen.
Con respecto a él decía Ventura Pérez en su Diario de Valladolid: