Pertenece, con ello, al igual que Carcastillo, al partido judicial de Tudela, y a la merindad del mismo nombre, antiguamente también conocida como Merindad de la Ribera.Ricardo Cierbide empleó esta denominación convencional en su estudio toponímico para referirse a una unidad espacial formada por Carcastillo, Murillo el Fruto, Mélida y Santacara, denominada convencionalmente así por «la posición circundante que los cuatro municipios adoptan respecto al Monasterio de La Oliva», basada en razones históricas y geográficas, y sin ninguna transcendencia administrativa.[10] El régimen pluviométrico es de tipo mediterráneo-continental siendo más abundantes las precipitaciones en primavera que en otoño.El personaje mencionado en este monumento epigráfico, Porcius Félix, era originario de la vecina Cara.[21] Las dimensiones territoriales del cenobio fueron aumentando y así se incorporaron Figarol (1151), Carcastillo (1162), que se convierte así en villa abacial hasta mediados del siglo XIX, Mélida, también villa abacial hasta esas mismas fechas,[22] y Murillo el Cuende posteriormente.Aun así contribuyó con 300 libras de carlines blancos (600 prietos) a la ayuda solicitada al reino por Carlos II.Finalmente, el papa Pablo V, en 1616, optó por constituir una congregación aragonesa, a la que se sumaron en 1634 los cinco monasterios cistercienses navarros (Leyre, Iranzu, Fitero, Marcilla y La Oliva).Con ocasión de la restauración del siglo XX, sus restos serán recogidos por Onofre Larumbe dejando instrucciones para que colocara una lauda en el lugar, en el centro del crucero.En 1808 Pascual Belio se encontraba en Pamplona cuando la corporación foral optó por no someterse a los franceses y, por este motivo, se convirtió en objetivo del comandante de la tropa francesa, el coronel de caballería Charles Louis Constant d'Agoult (1790-1875).Y aunque esta comunidad en 1835 tuvo que emigrar a Francia, donde siguió recibiendo miembros, regresó en 1880.Sin recursos económicos, durante unos años recorre diversos lugares de Cataluña, Baleares y Castilla buscando un emplazamiento.En la subasta celebrada ese día se pagó la suma de 1.600.000 pesetas.Este enclave religioso ha sido objeto de atención de numerosos estudiosos del arte y la arquitectura apareciendo ya en descripciones realizada durante el siglo XIX y XX.Pedro Madrazo fue de los primeros que deja una referencia en su obra España.[56] Al igual que sucede con otros centros monásticos, el monasterio de la Oliva es una obra representativa del período y su influencia se deja notar en numerosas inglesias parroquiales de su entorno, en Carcastillo, Mélida o Santacara.Entre ambas portadas una pequeña hornacina con una imagen de la Virgen y una leyenda escrita que dice: "DOMUS DEI ET PORTA COELI" (Casa de Dios y Puerta del Cielo).Ante este se abre una gran plaza diáfana, de forma rectangular irregular, cerrada por la línea de edificaciones meridionales (donde se ubica la actual hospedería) y abierta a un segundo jardín en la parte septentrional que antaño era el terreno sobre el que se levantaban distintas dependencias.Frente a la entrada en el lado oriental, se muestra la fachada principal de la iglesia abacial.Se organiza en tres grandes cuerpos, los laterales correspondientes a las naves laterales con grandes rosetones practicados hacia 1300 y el gran paramento central en forma de gran nichal apuntado que cobija una portada gótica datable hacia 1300.Sus galerías están cubiertas por bóvedas de crucería, con nervios curvos unidos por claves decoradas.[66] Realmente según la tradición de la comunidad cisterciense, fue la primera iglesia levantada en todo el conjunto monástico,[67]construida poco después de 1149 e, inicialmente, dedicada a Santa María aunque cambió su advocación al levantarse la actual iglesia abacial.[68] Su actual nombre parece estar vinculado al «culto a una imagen del Crucificado» existente en su interior.La arcada meridional y la oriental son las más antiguas, cuentan «con tres finísimos maineles sobre los que montan arcos apuntados, geminados a su vez en dobles arcos trilobulados con cuadrifolios en la parte superior, coronándose el conjunto con círculos polilobulados o con triángulos curvos de tres cuadrilóbulos y en un caso con una espiral de tres ramales.» La arcada occidental, posterior, se diferencia en el remate donde se «presenta soles rodados de riquísima tracería.»[76] En una primera etapa se realizó la crujía oriental y algún tramo de la sur con un estilo relacionado, con el del claustro de la catedral pamplonesa y, a continuación, el resto de esta última, la occidental y la septentrional con esquemas en sus arcadas ligados al gótico flamígero.[6] La sala capitular en los monasterios cistercienses debían resultar lo suficientemente amplias como para acoger a todos los monjes.En la parte occidental se sitúa la portería «con un amplio arco apuntado de entrada flanqueado por restos de la antigua muralla del siglo XVII, y otro arco, en este caso carpanel, que lo comunica con el mencionado patio».Pocos años después, en 1665, la ermita mostraba serías necesidades de reparaciones.Se creó una cofradía, en 1667, bajo tal advocación que culminaría un siglo después, en 1765, con la inauguración del nuevo templo y el traslado de la efigie mariana al mismo.[82] Esta relación se mantiene viva hoy día con peregrinaciones regulares al monasterio.Tras un retraso y un pequeño litigio, en 1589 el retablo ya lucía en la iglesia monacal.[87] En palabras del historiador del arte Jesús Criado Mainar, el retablo mayor del monasterio de Nuestra Señora de La Oliva «ilustra mejor que ninguna otra obra la profunda puesta al día que la pintura zaragozana experimentó por esos años en sintonía con los presupuestos de la Contrarreforma».
Monasterio de la Oliva - Acceso al conjunto abacial
Detalle dorsal de la sillería actual del Monasterio de la Oliva
Santa María la Real de la Oliva, obra de
Raymond Virebent
(1874-1965), ceramista de
Toulouse
, realizada en 1932
Retablo mayor del monasterio de la Oliva trasladado primero al Convento de las Concepcionistas Recoletas y, desde finales de 2006, en la iglesia parroquial de San Pedro de
Tafalla