Su interés por la historia surgió en las veladas hogareñas oyendo relatos de los mayores.
Sus padres, «que no distinguían entre hijos e hijas» le pagaron sus estudios en la Universidad de Navarra donde se licenció en 1973 en Filosofía y Letras.
[2] Cuatro años más tarde, en 1977 se doctoró con una tesis sobre la Colegiata de Santa María de Roncesvalles que fue dirigida por Santos García Larragueta y cuyo tribunal estaba formado por Luis Núñez Contreras (secretario), José María Lacarra, Ángel Martín Duque y Ángel Canellas López (vocales).
Durante nueve años ejerce en Madrid hasta que en 1991 es nombrada, por concurso de méritos, profesora titular del área Ciencias y Técnicas Historiográficas, trasladándose de nuevo a Pamplona, a la Universidad Pública de Navarra.
[4] Será en este centro, en 1996, cuando obtenga la Cátedra de Ciencias y Técnicas Historiográficas.