Jean Fouquet

Este estilo, que luego se llamará gótico internacional, tuvo sus principales focos en París, Siena, Colonia y Bohemia.

[2]​ Durante el siglo XV, la técnica del óleo se difundió de forma importante en Flandes.

Lo conseguían mediante la "perspectiva aérea", degradando el color hacia grises azulados para los objetos lejanos.

En estos años, la guerra y el caos hicieron desaparecer casi completamente la actividad artística en Francia.

Carlos VII falleció en 1461 y le sucedió su hijo Luis XI, que estableció en Tours la capital de Francia.

A este taller debió llegar el joven Fouquet cuando la ciudad acababa de ser liberada.

Allí entró en contacto, y quizás colaboró, con Fray Angélico, cuya influencia es perceptible en su obra posterior.

Era seguramente un hijo suyo, Louis o François, que intervino activamente en el taller familiar.

En 1461 murió Carlos VII y fue elegido rey su hijo, Luis XI, del que se convirtió en pintor oficial a partir de 1475.

Esta obra, la primera totalmente confirmada de Fouquet, ha servido para identificar todo el corpus del pintor.

Conocía los aspectos técnicos necesarios para captar la atención del espectador mediante una composición que basaba en círculos, en el número áureo y en polígonos regulares.

En primer plano se encuentra un grupo de mujeres llorosas, la Virgen y san Juan.

Las lanzas que se dibujan en el cielo las aprovecha para crear perspectiva poniéndolas en línea de forma decreciente.

También deja libre la zona de la cruz para mostrar al fondo una ciudad y las montañas azules: también aquí hay perspectiva aérea.

Además las cruces estaban muy altas, prácticamente en la parte superior del cuadro, con lo que separaba a los crucificados de sus acompañantes.

Fouquet hace lo mismo: incluye unas cruces altísimas de un modo que consigue resaltar a los tres sobre el azul del cielo, especialmente al Cristo.

En esta época el retrato, que hasta entonces era un género poco difundido, comenzó a convertirse en un gran estilo.

Contestado inicialmente, debió reconquistar el país a los ingleses y tuvo un papel importante en la reorganización del estado.

En su autorretrato, de 1450, se nos muestra con un rostro joven ligeramente ladeado con aspecto seguro y dirigiendo firmemente la mirada al espectador.

[24]​ La vestimenta, la bolsa al cinto, el almohadón y las pilastras doradas de gran riqueza lo transmiten esta prestancia.

Sin embargo, el retrato de Chevalier es flamenco, los ángeles son góticos y la composición es renacentista.

Sin embargo, el interés con que capta las telas, los mármoles, la piel, remite a la influencia flamenca de Jan Van Eyck.

[26]​ Como Virgen aparece Agnès Sorel, amante del rey Carlos VII, de la que Chevalier era amigo y albacea testamentario.

[28]​ Este gran cuadro difiere del resto de su producción y es preciso incidir en que esta obra monumental se debe a un miniaturista.

Así se mantienen las figuras principales: Étienne prácticamente es una copia, san Esteban se retrasa dando preponderancia a Chevalier, la figura de la Virgen ya no es Agnes Sorel, pero también tiene el seno descubierto; aunque en este caso está dando el pecho a Jesús.

Da a entender que Chevalier ha alcanzado el Reino Celestial y por ello lo rodea de ángeles.

Las figuras principales ya no aparecen frontales y en mundos distintos sino que las relaciona, poniéndolas unas enfrente de las otras.

Por ejemplo trató a Carlos VII como uno de los Reyes Magos o usó decorados franceses en los episodios bíblicos.

Los soldados formados junto al rey indican que Carlos VII pone su ejército a disposición de Cristo.

[31]​ En la lámina de la Anunciación, donde los especialistas advierten la influencia de Fray Angélico, se representa un momento del que existen multitud de iconografías: «el Arcángel Gabriel le dijo a María:...y concebirás en tu seno y parirás un hijo que llamarás Jesús...María contestó: ¿cómo será esto?, porque no conozco varón... y respondió el ángel: el Espíritu santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te hará sombra, lo santo que nacerá será llamado Hijo de Dios».

Retrato del bufón Gonella , Kunsthistorisches Museum , Viena .
Coronación de Luis VI de Francia , en Grandes Crónicas de Francia ( Biblioteca Nacional de París ).
Retrato de Carlos VII, Museo del Louvre , París . Óleo sobre tabla.
Retrato del canciller de Francia Guillaume Juvénal des Ursins, Museo del Louvre , París . Óleo sobre tabla.
Piedad de Nouans . Fontaines, Francia.